Luis Alberto Fernández

México-EU: ¿cooperar o combatir?

La ciencia política del siglo XX se ocupó de resolver una cuestión propia de la modernidad: el dilema de la cooperación. A partir de la aparición de sociedades que se autoconciben como formadas por individuos, y no por comunidades, surge este dilema: ¿cuándo debo cooperar y cuándo debo competir con los otros? Por el contrario, en las sociedades en las que predomina la idea de que se forma parte de una comunidad —y los individuos se perciben precisamente solo como una parte de ella— ese dilema no aparece. Se coopera con el grupo de forma mecánica (como diría Durkheim), automática. Esto ocurre, por ejemplo, en una familia, en un convento o en un grupo indígena tradicional en sus relaciones hacia adentro del mismo (no así cuando se relacionan hacia afuera, hacia un medio que, generalmente, les es hostil).

¿Quiere lo anterior decir que los individuos modernos no colaboran, no cooperan entre sí? No, claro que sí lo hacen, pero solo si les conviene y no de manera espontánea, sino en forma más o menos calculada. Lo espontáneo será tratar de sacar ventaja del otro, porque en el plazo inmediato, se gana más abusando. Los valores morales pueden frenar, suscitar el altruismo, pero siempre pueden ser dejados a un lado, como cualquiera puede constatar.

Ahora bien, cuando dos participantes se encuentran una y otra vez y es previsible que se sigan frecuentando en el futuro, sin que se conozca el final de la relación, obtienen más ventajas de la cooperación mutua que del abuso, porque, en términos generales, es esperable que cualquier jugador solo permita ser abusado una vez y no varias. Con la cooperación se va ganando de a poco, pero innumerables veces, en forma continua. Y pronto, ello será más beneficioso que el abuso de una sola ocasión.

Robert Axelrod (Chicago, 1943), en su obra The Evolution of Cooperation (1984), llama a la estrategia cooperadora de la reciprocidad Tit for tat. Como me trates, te trato. Consiste en comenzar una relación cooperando y en adelante, responder según se comporte el otro contigo, de la misma manera. Dando y dando. Axelrod demuestra que es la mejor estrategia, la más redituable para ambas partes en una relación por tiempo indefinido y será más probable, precisamente, en la medida en la que el futuro sea importante para las partes. Esto sigue siendo válido aun cuando las dimensiones de los jugadores no sean simétricas y aunque lo que obtiene cada uno tampoco lo sea. El punto es si se obtendría más en el largo plazo cooperando que defraudando. Si no se gana más, la reciprocidad será lo mejor, aunque se gane poco comparado con la ganancia ajena.

La administración Trump ha agredido a diestra y siniestra y de muchas maneras a casi todo el mundo, particularmente a México. El gobierno de C. Sheinbaum no ha respondido de forma recíproca, sino siendo amable, una y otra vez. Y el resultado ha sido que el matón responde en forma matona, una y otra vez, tal y como lo predice la teoría. A primera vista, las respuestas serenas de la presidenta de México parecen sensatas y lo más adecuado. Enfrentarse a un contrincante de mayor tamaño, mucho más poderoso es difícil y es entendible que tiemblen las piernas. Pero si el “matón” no tiene consecuencias negativas de sus abusos, seguirá abusando. No le importa el futuro, sino la ganancia inmediata. Y D. Trump no puede volverse a postular como presidente; digamos (y esperamos) que no tiene futuro. Además, es cierto que la estrategia de la reciprocidad conlleva el riesgo de que la relación cooperadora nunca vuelva a reestablecerse, sino que se caiga en una espiral de castigos mutuos.

Al parecer, digámoslo así, el gobierno de México no encuentra el tat para responder al agresivo tit del gobierno de la Estados Unidos. La administración de Sheinbaum habrá de contemplar otras fuerzas de la propia sociedad estadunidense que vean que México y su país se seguirán relacionando siempre y que tengan la suficiente influencia para modificar la política de su presidente. Es decir, que puedan asestarle pérdidas a la administración republicana o que puedan plantear amenazas creíbles para ella.

Académico en retiro de la UAQ

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