En el mundo de las finanzas personales solemos hablar de presupuesto, ahorro, deuda, inversiones... Pero pocas veces reflexionamos sobre el recurso más valioso que tenemos: el tiempo.
Más escaso que el dinero, más difícil de recuperar, y sin embargo, muchas veces lo desperdiciamos sin darnos cuenta. La buena noticia es que, si aprendemos a gestionarlo mejor, podemos mejorar nuestros ingresos y decisiones financieras.
Gestionar el tiempo no es sólo ser más productivos. Es ganar poder de decisión. Cuando tienes el control de tu tiempo puedes comparar precios antes de comprar, evitar pagar de más por urgencias, planear tus gastos con antelación, acceder a descuentos y/o evitar compras impulsivas.
Es decir, puedes tomar decisiones más conscientes. Por ejemplo, planear con tiempo tus vacaciones te puede ahorrar hasta 30% en boletos de avión y hospedaje, según la app Hopper y Expedia. ¿Te imaginas ese mismo porcentaje aplicado a otras áreas de tu vida?
Otro ejemplo claro está en el transporte. Si te despiertas temprano y organizas tu día con anticipación, puedes usar medios de transporte más económicos como el metro o el autobús. Pero si vas contrarreloj y se te hace tarde, muchas veces terminamos pagando un Uber o taxi. Una diferencia que puede representar entre $800 y $1,500 pesos extras, en urbes como CDMX o Guadalajara.
Como vemos, la prisa cuesta. Desde pagar más por un envío exprés hasta aceptar una promoción no necesariamente conveniente por falta de tiempo para revisar y comparar. Las personas bajo presión de tiempo tienden a tomar decisiones financieras menos óptimas, y con mayor riesgo de arrepentimiento.
Aunque no lo creas, el tiempo bien utilizado también puede convertirse en dinero. Por ejemplo, invertir tiempo en aprender una nueva habilidad (como Excel, idiomas o ventas en línea) puede abrir nuevas fuentes de ingresos.
Dedicar una hora semanal a revisar tus finanzas puede ayudarte a evitar fugas de dinero y a optimizar tu presupuesto. Parte del tiempo necesario para analizar y negociar un contrato, una mensualidad o una deuda puede ahorrarte cientos, o incluso, miles de pesos.
Y no olvidemos la salud. Tener tiempo para la atención preventiva también es una forma de proteger tus finanzas. Hacernos chequeos regulares, o simplemente descansar bien puede prevenir enfermedades que, de no atenderse, se vuelven más graves y costosas. Según fuentes oficiales, 80% de las enfermedades crónicas podrían prevenirse con chequeos periódicos y cambios en el estilo de vida.
Definitivamente cuidar nuestro tiempo es también una forma de autocuidado personal y financiero. No se trata de llenar cada minuto del día con pendientes, o tareas sin sentido, sino de asignar tiempo a lo que de verdad importa: tus metas, tu tranquilidad y tu bienestar.
¿En qué estarás invirtiendo tu tiempo esta semana? Recuerda: el dinero va y viene, pero el tiempo no regresa.