¡Muy buenos días estimados lectores! Continuando con el tema del amor y la pareja, hoy hablaremos de los nuevos mapas del amor, es decir, cómo estamos viviendo la vida en pareja y cuáles son los cambios que se han incorporado a lo largo de estos años.

El modelo tradicional de pareja, está basado en la exclusividad, la posesividad (tú eres mía y yo soy tuyo) y la prohibición. Cada uno tiene la aspiración de ser todo para el otro, lo cual representa, una carga imposible de llevar.  En cambio, las nuevas tendencias en el amor, representan una postura muy diferente que incluye la unicidad, la mutualidad y la fuerza, así como el erotismo y el compromiso. En este nuevo modelo de relación, las personas tienen identidades diferentes, pero un proyecto de vida en común llamado pareja, en donde sus vidas se cruzan y se separan en una relación libre y abierta.

El problema estriba en que si no sabemos ser libres solos, cuanti menos en pareja.

¿Qué hacer?, ¿qué necesitamos entonces? Para Rafael Manrique, tenemos 8 ejes principales en los cuales se fundamentará la relación:

Compromiso
Hijos
Pasión
Conversación
Erotismo
Matrimonio
Fidelidad
Ternura

Entendamos cada uno de estos puntos, ¿les parece? El compromiso no representa una obligación como mucha gente piensa; representa la elección en primera instancia, y más allá de ello, la intensión firme de realizar algo, “la promesa de”. Conforme se van cumpliendo los compromisos en la relación, se va ganando confianza, la cual, como ya les he mencionado, es la raíz del amor. Esto a su vez, genera seguridad y solidez en el vínculo.

Cuando hay hijos (ya sean de el matrimonio o anteriores), el saber cómo integrarlos a la vida de la pareja es fundamental. Cuando son del matrimonio, no descuidar la vida de pareja. Cuando son de otras relaciones, saber integrarlos, darles un lugar, así como darle lugar a la nueva pareja es algo complejo, pero que se puede lograr.

La rutina como ya sabemos, es la muerte de la pasión y el erotismo. Por ello, tener una vida propia apasionada por lo que hacemos, permitirá generar una vida igual en pareja. Fomentar la diversión, las locuras y los encuentros que teníamos como cuando éramos novios, es lo que permite que la relación se mantenga al paso del tiempo.

Las parejas necesitan fomentar una comunicación de respeto, de escucha activa, de aceptación de lo que es el otro y de tratar de ser lo más empático posible. Recordar que el otro es un “otro” diferente a mí. En este sentido, cuando entiendo lo que el otro necesita de mí, ver cómo lo puedo apoyar, siendo generoso por elección, no por manipulación, genera el crecimiento de la pareja.

No me cansaré de hablarles de la importancia de mantener el erotismo en la relación para que no se conviertan en “roomies”. Ojo, erotismo no es igual a sexo. El erotismo es el conjunto complejo que requiere una intimidad profunda con el otro, un verdadero encuentro a partir de la vulnerabilidad.

En cuanto a la fidelidad, que no es lo mismo que la exclusividad sexual, se requiere hablar de ésta última antes de comenzar la relación para evitar sorpresas. La fidelidad es al pacto hecho entre ambas partes.

Por último, la ternura es la capacidad de conmoverme del otro, y en este sentido me parece que las relaciones actuales es donde menos se aplican. Si no hay empatía no hay ternura, donde nada más pienso cómo  imponer mis razones a las del otro. Pienso en lo que a mi me falta, pero no veo lo que requiere el otro.

Cada uno de estos aspectos es independiente y complementario, dependiendo del tipo de pareja, ya que se pueden tener hijos sin amor, fidelidad sin matrimonio, etc. Manifestándose el modelo de pareja que tengan, las acciones que realicen a favor de ella. Así, el abanico de posibilidades en cuanto a formas de relación se amplía enormemente en comparación al modelo rígido y estructurado del pasado basado en la familia y en la economía.

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