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No me cansaré de insistir en la importancia de salirse de relaciones enfermas que lejos de aportarnos bienestar, crecimiento y felicidad, nos aportan un constante desgaste de energía. Es por ello, que me permito compartirles los 10 principios de la supervivencia afectiva de Walter Riso, los cuales, me parecen primordiales de tener en cuenta.

PRINCIPIO 1: Si ya no te quieren, aprende a perder y retírate dignamente.

¿Para qué quiero estar con una persona que no me quiere? Hay que saber perder,  aunque duela. Es mejor utilizar toda esa energía en recuperarse uno mismo, alejándose de la fuente del dolor.

PRINCIPIO 2: Casarse con el amante es como echarle sal al postre.

Solamente un pequeño porcentaje de amantes que acaban casándose o se van a vivir juntos, mantienen una relación que funcione.

PRINCIPIO 3: Evita el sacrificio irracional, no te anules para que tu pareja sea feliz.

Muchas veces la poca capacidad de la pareja nos duele, e intentamos eliminar este sufrimiento a cualquier precio, hundiéndonos para que la pareja salga a flote. Es autocastigarse y anularse por amor, algo completamente paradójico porque cuando te saboteas a ti mismo por alguien más, el amor desaparece.

PRINCIPIO 4: ¿Ni contigo ni sin ti? Corre lo más lejos posible.

Para aquellos enamorados a quienes su pareja martiriza con el tan manido “ni contigo ni sin ti”, Riso aconseja que corran con todas las fuerzas lo más lejos posible y no salten al compás del otro, sino que sean rotundos y contundentes en el “se acabó”. La indecisión es una manera distorsionada de amar. Si deseas una relación de pareja, iníciala con una persona COHERENTE entre sus actos y sentimientos.

PRINCIPIO 5: El poder afectivo lo tiene quien necesita menos al otro.

El apego idiotiza. La solución radica en recuperar la autonomía, el propio poder, asumir la libertad.

PRINCIPIO 6: No siempre un clavo saca a otro; a veces los dos quedan adentro.

PRINCIPIO 7: Si el amor no se ve ni se siente, no existe o no te sirve.

Cuando hay amor de verdad, se ve, se siente que te admiran, que te quieren, que te respetan, por lo tanto no se debe consentir nunca la indiferencia, el desprecio, las justificaciones, la falta de comunicación, la falta de prioridades. O te aman o no te aman... No hay más.

PRINCIPIO 8: No idealices al ser amado, míralo como es, crudamente y sin anestesia.

PRINCIPIO 9: El amor no tiene edad, pero los enamorados sí.

Los contrastes generacionales es el punto a tener en cuenta, es decir, no es lo mismo una relación de alguien de 20 con alguien de 30, que alguien de 30 con alguien de 40, están en situaciones de madurez, estados emocionales e ideales diferentes, aunque hay relaciones que puedan prosperar, lo que hay que tener en cuenta básicamente son los contrastes de generaciones. Realmente pensar qué se quiere para la vida.

PRINCIPIO 10: Algunas separaciones son instructivas, aprendes lo que no quieres saber del amor.

Lo fundamental en este punto es no ver la separación como un trauma, tomarse la ruptura como un paso más hacia el aprendizaje personal, ser consciente de los errores, de la falta de límites. No se debe añorar algo inexistente.

Es importante  reconocer e identificar nuestra actitud, incluyendo la que manifestamos dentro de una relación de pareja;  es imprescindible analizar las situaciones que se nos presenten y  enfrentarlas de la manera más adecuada, y no seguir bajo los juegos que la mente y los apegos pueden crear.

Poner límites, mantener un equilibrio emocional y una autoestima sana  son algunos elementos esenciales  que nos servirán para asumir razonablemente cualquier tipo de situación. Por eso,  la importancia de continuar trabajando primero en ti. Recuerda que tu fantasía de que algún día va a cambiar por amor a ti, es eso, mera fantasía…

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