Vaya golpe el que está dando el Servicio de Administración Tributaria a todos los consumidores mexicanos. De acuerdo a una resolución emitida por el SAT los alimentos preparados causarán a partir del 1 de julio el Impuesto al Valor Agregado, es decir que costarán un 16% más. ¿Quieres saber cuáles son esos productos a los que se les aplicará este aumento?
Apenas el primero de enero de 2014 los mexicanos amanecimos con una nueva obligación: pagar IVA en productos y servicios como transporte foráneo, chicles, alimento para mascotas, botanas, refrescos y otros. Lo anterior se supondría inhibiría en algunos casos su consumo y en otros simplemente aumentaría la recaudación para un gobierno federal que necesitaba a toda costa hacerse de ingresos.
Al día de hoy no me queda claro ni que el gobierno esté haciendo un buen uso de los ingresos adicionales por estos impuestos, ni tampoco que los impuestos a refrescos y botanas estén logrando que la gente compre menos de estos productos que consumidos sin moderación pueden generar obesidad y con ello enfermedades como la diabetes. Se trató simplemente de ingresar más a una arcas federales que sufren de escases.
Es evidente que las finanzas mexicanas atraviesan momentos complicados, particularmente tomando en consideración el precio internacional de petróleo, por lo que el gobierno sigue buscando nuevas fuentes de ingreso, aunque me parece lo hace sin plantear también como reducir el gasto y prestaciones de la burocracia. Al día de hoy no recuerdo ningún pacto de austeridad que acompañe a las acciones recaudatorias.
En este sentido de aumentar los ingresos por contribuciones, resulta evidente que gradualmente vamos avanzando hacia el políticamente incorrecto IVA a alimentos y medicinas, sin embargo nadie en el Congreso ni el Gobierno Federal lo pone de esa manera. Habrá que valorar entonces tomar la decisión completa y no seguir afectando a ciertos sectores mientras que se siguen protegiendo a otros de manera casi arbitraria.
La noticia hoy es que si bien no hay nuevos impuestos como se había prometido, el hecho es que sí habrá nuevos productos a lo cuales aplicarles los viejos impuestos. Es digamos una manera de frasear lo que esta pasando ya que de acuerdo con la Tercera Resolución de Modificaciones a la Resolución Miscelánea Fiscal para 2015 se consideran alimentos preparados los que resulten de la combinación de aquellos productos que por sí solos y por su destino ordinarios, pueden ser consumidos sin necesidad de someterse a otro proceso de elaboración adicional. Aquellos que caigan en esta definición anteriormente descrita pagarán IVA.
Que implicaciones tiene para nosotros los consumidores la definición que hace el SAT de alimentos preparados:
El horno no está para bollos, sin embargo tendremos que pagar más por aquellos alimentos preparados que sacan a más de uno del antojo o del hambre. El gobierno, así como los diputados y senadores deben valorar si ya es tiempo de una reforma fiscal que elimine la tasa cero en general para que así no haya discriminación entre sectores y productos. Por lo pronto vaya preparando la cartera cuando llegue a su tienda de conveniencia más cercana a comprar sus alimentos preparados.