Elizabeth Tinoco, Directora Regional de la Organización Internacional para América Latina y el Caribe hasta mayo del 2015 (A partir del 1 de Junio del 2015 el Dr. José Manuel Salazar Xirinachs asume el cargo de Director Regional para América Latina y el Caribe con sede en Lima, Perú, con nivel de Director General Asistente de la OIT), declaró en Argentina, Brasil, México, Chile, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Colombia, Costa Rica y Honduras, que: “Desde las Naciones Unidas se ha abordado el desafío de la brecha en seguridad social con una propuesta que busca maximizar la cobertura hasta hacerla universal, mediante un uso eficiente y creativo de los recursos disponibles. Se llama la iniciativa del Piso de Protección Social, y busca combinar la garantía de un ingreso básico para todas las personas con la prestación de servicios esenciales, por ejemplo en salud. (loanterior no es otra cosa sino el de dar cabal cumplimiento a lo que el clásico y maestro de maestros del Derecho de la Seguridad Social, Juan José Etala señala como los cinco principios básicos de todo sistema de seguridad social: Universalidad, Subsidiariedad, Unidad, Solidaridad, Integralidad.- Nota del autor de esta columna). La iniciativa del Piso, que es una de las prioridades de acción para la OIT, parte de la base que si las iniciativas de protección social están bien diseñadas pueden ser financiadas con diversas fuentes de recursos pero, sobre todo, son rentables pues contribuyen a mantener en la economía a personas que de otra forma estarían marginadas.
Durante la crisis internacional en los países donde se sintieron efectos más moderados y donde la recuperación fue más rápida las medidas de protección social, desde los seguros de desempleo hasta las pensiones de gracia o las transferencias condicionadas de recursos, tuvieron un efecto positivo pues permitieron mantener la demanda y contribuyeron a la productividad laboral.
La seguridad social vista con una mirada más moderna debe considerarse como medidas de impacto multidimensional, que benefician a las personas, a las comunidades, a los lugares donde trabajan o viven y por lo tanto actúan como estabilizadores económicos. En cierto sentido estamos en una encrucijada. Enfrentamos el dilema de parchar sistemas que no han funcionado bien nunca y que serán sobrepasados, o seguir el camino de iniciativas que contribuyan al bienestar ciudadano como base de sociedades económicamente más competitivas y socialmente más inclusivas. Sin protección social adecuada será imposible tener sociedades de calidad capaces de plantearse con éxito la globalización”.
Las anteriores declaraciones no podían ser más apropiadas y certeras pues desgraciadamente el IMSS, es una institución históricamente, como en la actualidad: loable y digna de reconocimiento; sin embargo sus finanzas no son del todo tan sanas, pues desgraciadamente los fondos para cubrir los estados de Invalidez, Cesantía en edad avanzada y Vejez, se están agotando con altas velocidades. Lo anterior por una parte se debe a que el mexicano vive como promedio hasta los 75 años y si a lo anterior le sumamos que la mayoría de las AFORES se encuentran en manos de bancos extranjeros, el horizonte en nuestro país respecto de la seguridad social, como en otros rubros, desgraciadamente se ve bastante turbio y nada sólido, por lo que no es conveniente olvidar las palabras de Leonardo da Vinci “Adquiere en tu juventud lo que disminuirá el daño de tu vejez. Y si tú eres de los que cree que la vejez tiene por alimento la sabiduría, arréglatelas en tu juventud de tal modo que a tu vejez no le falte tal sustento”.