Hace algunos años, un fin de semana no era comparable con nada. Si bien, anhelaba el primer viernes del mes para reunirme con los amigos y salir de campamento. De acuerdo al destino que elegíamos esa vez, era la hora del encuentro. Parque Nacional “El Chico” en Pachuca, “Raíces” en Valle de Bravo, “Presa La Muñeca” en San Luis de la Paz, Guanajuato, o bien, la presa de “Zimapán”, en Querétaro. Caña de pescar, carrete, anzuelos y lombrices, era todo lo que se necesitaba para emprender la aventura por todo el fin de semana. La pesca era algo que se practicada de bella manera, era nuestro ocio de cada mes. Si bien es cierto, esta pesca se hacía a manera de buscar el alimento. Galletas, verdura y agua y una bolsa de leña o carbón, era lo que nos acompañaba únicamente. El alimento era lo que cada uno de nosotros capturaba con su caña. Quien pescaba agradecía y quien no, se lamentaba y veía al otro comer. Durante mucho tiempo he escuchado que pescar es de lo más aburrido que pueda existir, además del golf que para muchos sigue sin parecer un deporte, pero la realidad y no solo porque lo hice en mis años de preparatoriano, la pesca es uno de los momentos más desesperantes en el juego emocional y psicológico para saber hasta cuando esperar a la presa. De entrada, el ambiente que se respira, la tranquilidad, el ruido ensordecedor del viento invitan a ello, a preparar caña y carrete. Adornar el anzuelo y lanzar y esperar a que llegue la presa. Mucho desespera el que nada pica y mucho exagera el que ha pillado algo. En Querétaro es tan habitual que existen familias enteras que asisten a la práctica de la pesca, y hay otros tantos más, que lo hacen deportivamente, aunque no lo crea usted, y son muchos. Quizás no es tan popular como el futbol, la natación, el americano, pero si es de los que ocupa un buen porcentaje de practicantes de esto que es la pesca deportiva. “Creen que no hacemos tontos esperando a que caiga un pez”, me llegó a comentar Gerardo Medina, un queretano Campeón Nacional de Pesca Deportiva en 2007, quien afirmó también que “no es solo pescar, lanzar la caña y esperar, es la paciencia, la inteligencia de saber dónde lanzar y sobre todo la forma que tienes de hacer pesca…el estilo de saber hacerlo y liberar”. Querétaro se ha caracterizado por ser sede de torneos de Pesca Deportiva muy importantes a nivel nacional e internacional. La selección mexicana de Pesca Deportiva no hace más de dos años, estuvo en la presa de Zimapán como parte de su preparación. De ahí que dicho lugar se ha convertido en paisaje natural de campo de entrenamiento para la selección de pesca deportiva. Pero se ha de preguntar usted, ¿entrenamiento?...yo sé que puede ser algo complejo el calificar la pesca como deporte, pero permítame decirle que sí, y lo es cuando se realiza en forma deportiva gestionada por diferentes federaciones de pesca regionales y nacionales, que reglan el uso de artes y aparejos, delimitando el cupo de capturas y su tamaño según especies, e incluso gestionan el uso y actividad de los diferentes hábitats. Querétaro será sede del Torneo de Pesca Nacional se llevará a cabo en la Isla Ztibanzá en el municipio de Cadereyta, el sábado 5 y domingo 6 de abril, evento dónde podrá disfrutar verdaderamente de este bello y exquisito deporte envuelto desde los zapatos hasta el anzuelo…pesca al de mayor peso y libera, y para que no haya dudas si usted acude a esta competencia, dará cuenta de porque sí es un deporte.