En nuestra entrega anterior nos referimos a un gran compositor austríaco, Franz Schubert, que compuso maravillosas obras para piano pero que también destacó como creador de bellísimas sinfonías, sonatas, música de cámara, así como canciones. En esta ocasión hablaremos de otro gran compositor austríaco, el principal representante del clasicismo, el padre de la sinfonía y el más acabado de los compositores de cuartetos de cuerda. Nos referimos a Franz Joseph Haydn, quien nació en Rohrau, cerca de Viena, Austria, en marzo de 1732 y murió también en Viena, en mayo de 1809. El período que Haydn encabezó se le llamó ‘clásico’, pues contribuyó a la creación de las principales estructuras musicales que caracterizaron y perduraron durante el período del Romanticismo. Junto con Wolfgang Amadeus Mozart es uno de los dos máximos representantes del clásico, además de ser reconocido por sus importantes contribuciones a ambos géneros, así como al desarrollo instrumental del trío con piano y a la evolución de la forma sonata. Haydn y Mozart fueron los principales compositores austriacos del siglo XVIII. Eran amigos, siendo Joseph 24 años mayor que Wolfgang Amadeus, del que incluso se cree que llegó a ser mentor. Hay claras evidencias de que cada uno disfrutaba de la compañía del otro y de sus obras. Haydn, quien además fue profesor de Ludwig van Beethoven, era ya un compositor famoso cuando Mozart era un niño. Sus 6 Cuartetos de Cuerda, Op. 20 de 1772, conocidos como los ‘Cuartetos del Sol’, circulaban ampliamente y es muy probable que fueron la inspiración de los Cuartetos Vieneses que Mozart escribió a los 17 años de edad durante una visita a Viena en 1773. Haydn residía la mayor parte del tiempo en el palacio de Eszterháza en Hungría, donde prefería vivir su mecenas, el príncipe Nikolaus Esterházy. De acuerdo a fuentes biográficas, Haydn y Mozart se conocieron en una interpretación del oratorio Il Ritorno di Tobia de Haydn en marzo de 1784. En esa época Haydn era el compositor más célebre de Europa, en tanto que la reputación de Mozart crecía enormemente. Su ópera El Rapto en el Serrallo había sido ya estrenada con un gran éxito en Viena. Joseph tuvo un hermano compositor también, Michael, 5 años menor que él pero menos importante en términos de producción musical. Haydn fue extraordinariamente prolífico: compuso 108 sinfonías, 104 de las cuales están registradas en el catálogo Hoboken (H. ó Hob.), ideado por Anthony van Hoboken, y 4 descubiertas posteriormente. Compuso también 15 óperas, aunque no es muy reconocido por este género y sus representaciones no son frecuentes. Compuso 16 oberturas; 78 cuartetos de cuerdas en grupos de 6; 45 tríos para piano; 126 tríos para baritón, otros más para flauta y cuerdas; 4 conciertos para violín y orquesta y 5 para cello y orquesta; varios conciertos para flauta, trompeta, oboe, contrabajo y lira; 65 sonatas para piano y 12 piezas y variaciones para piano; los oratorios La Creación y Las Estaciones; 24 arias profanas, 11 cantatas, cavatinas y 14 misas. Haydn se encontraba en Londres cuando conoció la noticia de la muerte de Mozart, suceso que lo consternó profundamente. Le escribió a la viuda de Mozart, Constanza, ofreciéndole ocuparse de la instrucción musical de su hijo cuando alcanzase la edad apropiada. En una carta a un amigo común le escribió: ‘durante algún tiempo estaba que no cabía en mí por su muerte, y no podía creer que la Providencia debiese llamar tan rápido a un hombre irremplazable por el mundo venidero’.