Hola, muy lindo inicio de semana a todos. Les quiero compartir lo maravillada que estoy de las capacidades del ser humano cuando lo vemos por partes o de manera integral; entre más me aventuro en estudios e investigación del ser humano en sus aspectos físicos, mentales y emocionales y cómo se involucran y corresponden el uno al otro, más convencida quedo que nuestra mejor herramienta para estar bien y disfrutar de la vida somos nosotros mismos.
En las últimas entregas les he hablado precisamente de cómo debemos vernos de manera integral, sin separar la mente de las emociones y nuestro cuerpo y todos los viceversa que caben dependiendo cuál sea la involucrada en primera instancia.
Pero hoy me quiero concentrar en otra maravilla inherente a todos nosotros y que a veces, por exceso de necesidades racionales, dejamos de lado, pero que constituye una gran fortaleza en todos nosotros, me refiero al instinto.
A decir de los expertos, el instinto es básicamente “un conjunto de reacciones atribuidas a una acción, emoción, sentimiento que obedecen a una razón profunda sin que necesariamente el individuo esté consciente de ello cuando el instinto se activa”.
Todos hemos tenido “corazonadas” y / o “supuestos” que son atinados, sin conocimiento o experiencia previa, ése es nuestro instinto razonado. Todos hemos sentido peligro en alguna situación y la evitamos sin saber de dónde viene o qué provoca dicho peligro y nos alejamos, para después enterarnos que hicimos lo correcto, eso es instinto de conservación: instinto primario.
En el Método y’u® siempre les hablamos de activarnos física, mental y emocionalmente alejados del dolor en los tres niveles; el instinto aquí es básico, si por ejemplo están por empezar una rutina de ejercicios y sospechan que alguna de las actividades los puede lastimar o simplemente sentir dolor en lugar de esfuerzo, confíen en su instinto y no lo hagan o modifíquenlo; como ya lo dije: una cosa es esfuerzo y otra dolor. El cuerpo es sabio y tiene su propia memoria, éste activa alertas y manda señales para decir: no lo hagas, “aléjate del dolor”.
Racionalmente estamos entrenamos para planificar, hacer, comprobar y actuar; sin embargo, en muchas ocasiones hemos experimentado que pudimos resolver algún reto sin conocimiento previo, igual que el burrito que tocó la flauta, esto se debe a la capacidad de registro de memoria de la mente, que aunque no sea conocimiento comprobado y / o adquirido, puede que lo hayamos atestiguado y se queda en el archivo de la memoria o simplemente tenemos capacidades o talentos no explorados que se activan de manera automática: instintivamente.
Todo esto lo traigo a colación para invitarlos a que le den rienda suelta a su instinto y le pongan mayor atención, verán que obtendrán excelentes resultados y no hay manera más fácil de comprobar la conexión que tienen directa, íntegra y proporcionalmente: mente-emoción-cuerpo, emoción-cuerpo-mente, cuerpo-mente-emoción, después de analizar un acto realizado por instinto.
Se los recomiendo mucho, no solo se van a sorprender de ustedes mismos, sino que se van a sentir más seguros y festivos de ser quienes son. Si quieren aprender a activar su instinto y renovarse para hacerle frente al nuevo estilo de vida que está a la vuelta de la esquina, búsquenos en nuestro canal de YouTube método y’u® o inscríbanse a nuestro reto, con el que durante 21 días les enseñamos cómo unificar y expresar lo mejor de su ser. También nos pueden llamar a los números 442 747 5943 y 442 258 0597; inscríbanse en www.metodoyu.mx/registro, juntos trabajaremos para que sea más fructífera y sana la experiencia de vivir alejados del dolor.