“En estos días, no es frecuente oír hablar de cualidades universales, de valores eternos como verdad, justicia, bondad, razón y belleza. Menos frecuente —y menos popular— es asumir la defensa de estos valores como centrales para la vida de las sociedades y de los individuos. Quien lo hace suele ser escuchado con cierta condescendencia, como si hablara de venerables reliquias del pasado, cuando no es recibido con franco recelo”. (Rob Riemen en su obra: La nobleza del espíritu).
Al finalizar el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, dos acontecimientos muestran indubitablemente los entramados de nuestro mal llamado “sistema político”. Por un lado, el 30 de noviembre del 2012, se publican en el Diario Oficial de la Federación, algunas reformas a la Ley Federal del Trabajo, mismas que nunca llegaron a observarse con plenitud, no obstante de que los artículo Transitorios, ordenaban: “Primero. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación”; es decir, el 1 de diciembre del 2012, fecha en que tomó protesta Enrique Peña Nieto.
Por otro lado, el millonario gasto para comprar y adecuar el avión presidencial, digno de jeque Árabe y que Felipe nunca utilizó. Con lo anterior Calderón, en principio evitó el costo político, social y económico de sus reformas a la Ley Federal del Trabajo y por el otro, el dispendio en la aeronave de Los Pinos, no pudo ser atribuido a Enrique Peña Nieto; empero, éste sigue gozando de la suntuosa nave. Sin embargo, lo preocupante no sólo para nuestro Derecho Mexicano del Trabajo y de la que alguna vez fue Seguridad Social, es el ambiente político, ciudadano, social y jurídico, al parecer como una réplica de lo sucedido en 1994, cuando mi malogrado amigo Luis Donaldo Colosio Murrieta, fue asesinado.
Recuerde usted el berrinche de Manuel Camacho Solís (¿Ahora el papel lo desempeñarán en lo obscuro, Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong?; la campaña contra la campaña de Colosio (¿La realizará el PRI?); la imposición por parte de Carlos Salinas de Gortari de Zedillo como coordinador de la campaña de Colosio; (¿Ahora la encomienda corresponderá a Aurelio Nuño Mayer? Y que conste, todas son preguntas. Ahora, en plenas pre campañas políticas, de nuevo se ha modificado la Ley Federal del Trabajo, de acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación el 24 de febrero del 2017; reformas que en lo general, ya han entrado en vigor, pues su artículo Primero Transitorio, establece: “El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación; es decir inició su vigencia, salvo algunos otros plazos que otorga dicho Decreto, el 25 de febrero del presente año. Tenemos un Congreso de dar pena; cada partido político y algunos legisladores, ven sólo su beneficio personal y los ejemplos sobras: La aprobación de la Ley de Seguridad Interior; el nombramiento del Fiscal de la FEPADE y por supuesto quienes cobran como diputados o senadores (salvo honrosas excepciones) prefirieron tomarse unas vacaciones, previos aguinaldos y bonos multimillonarios; en vez de entrar al estudio de las reformas a la LFT que Enrique Peña Nieto no quiso suscribir, sino se sirvió de incondicionales al sindicalismo oficial: Tereso Medina de la CTM e Isaís González Cuevas de la CROC, con el agravante de que las reformas seguramente aprobadas al regreso del período vacacional, serán aprobada sin… “lerse”, además de otro ingrediente amargo, por escribir lo menos: Deben de entrar en vigor en febrero del 2018.
En la presente saga, analizaremos con detenimiento las casi seguras reformas, empero le adelanto lo que ha escrito en su cuenta de tuit, mi amigo el doctor Diego Valadés y que nos da una idea de la ausencia de democracia en nuestro país y la destrucción supina de los principio tradicionales de nuestro Derecho del Trabajo. Diego expresa: @dvalades 19 dic.
“En México no hay dictadura porque no han podido cancelar las libertades de los gobernados; pero tampoco hay democracia porque no hemos podido eliminar la discrecionalidad de los gobernantes”; y en efecto, la discrecionalidad del presidente de la República, la observamos todos los días, tan es así, que le impone a su partido, al candidato a sucederlo. En materia de los sindicatos, la reforma resulta un tanto agresiva y bien nos vendría asomarnos a otros lares, para saber y poner en práctica un verdadero sindicalismo, necesario para el equilibrio entre los factores de la producción; de momento me refiero a Unai Sordo: “El sindicato hoy se tiene que legitimar de otra manera”: https://www.elsaltodiario.com/laboral/unai-sordo-sindicato-ccoo-smi-renta-minima-economia-colaborativa-catalunya. 24/12/20|17 [La entrevista tuvo lugar un día antes de las elecciones], de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España, quien el 24 de este mes, en una interesante entrevista de lectura obligatoria para todo abogado o estudiante laboralista, expresó respecto al conflicto con Cataluña y el papel de los sindicatos: El secretario general de Comisiones Obreras reconoce que las herramientas que necesita actualmente el sindicalismo aún no existen. ¿Cómo se hace en este contexto el “sindicalismo ofensivo” que defiende Sordo? Secretario general de CC OO en tiempo de riders y de una tecnologización cuyos efectos sobre el trabajo son difíciles de pronosticar, Unai Sordo (Bilbao, 1972) ha asumido el liderazgo del sindicato tras ser elegido —a propuesta de Ignacio Fernández Toxo— en su XI Congreso, en julio de 2017. Las herramientas que el sindicalismo necesita con una clase trabajadora atomizada y que se siente más cómoda con la etiqueta de “clase media” que con la de “clase obrera” aún no existen, y CC OO asiste a nuevas formas de organización en las que muchas veces no hay un jefe a quien dirigirse, sino una impersonal plataforma. ¿Cómo se hace en este contexto el “sindicalismo ofensivo” que defiende Sordo? “Hay que organizar a la gente y a nosotros mismos en función de lo que tenemos fuera y no mirándonos el ombligo”, dice.
Pues bien, los cambios en el destrozado Derecho Mexicano del Trabajo y por lo tanto a la Ley respectiva, se deben de hacer como lo indicó Octavio Paz: “La ruptura sólo es posible desde la tradición”.
Desde luego, amigo lector, usted tiene una mejor opinión.