Los colores han ido evolucionando dependiendo de diversos factores sociales como la tecnología e incluso la economía que esté vigente en esa época. A la hora de escoger los diferentes colores de nuestra paleta, los artistas siempre nos hacemos la misma pregunta, ¿todos los colores me funcionan de igual manera? En algunas paletas de colores, las diferencias son notables debido a que son pigmentos antiguos que generalmente son más opacos y pesado a pigmentos que sean contemporáneos de tonalidades brillantes y que reflejan diversas tonalidades, dentro de estos pigmentos nuevos existen unos nombrados monopigmento, es decir, colores que se componen de varias mezclas de color y por lo cual se mimetiza al momento de reflejar su color junto con otras tonalidades. En el color del que vamos a hablar a continuación, el gris de Payne, varía dependiendo de la técnica de pintura y el proceso que le dan a su pigmento al momento de crearlo.
Su creador, un joven del siglo XVIII que ya había caído en el olvido incluso antes de morir. Lo único que queda de él es el tono gris como de plumaje de paloma al que dio nombre. Este color sigue siendo uno de los grandes favoritos entre los artistas, si bien se sabe poco del inventor en cuestión. William Payne nació en Exeter en 1760 y se crió en Devon antes de mudarse a Londres.
Sabemos que tras ejercer de ingeniero civil durante un tiempo, Payne viajó a Londres y empezó a pintar a tiempo completo. Era miembro de la Antigua Sociedad de Acuarelistas, la Old Water-Colour Society, donde expuso de 1809 a 1812, y sus trabajos también se mostraron en la Royal Academy. Incluso se cuenta que Joshua Reynolds era gran admirador de algunos de sus paisajes. Sin embargo, Payne estaba muy solicitado sobre todo como profesor.
En palabras de su contemporáneo William Henry Pyne sobre sus pinturas: «No podías dejar de admirarlas en cuanto las veías y prácticamente todas las familias pudientes estaban deseosas de que sus hijos e hijas se beneficiaran de sus enseñanzas». Nunca sabremos si fue la presión de tener que lidiar con los vástagos completamente faltos de talento de las élites londinenses, lo que lo empujó a encontrar un sustituto para los pigmentos negro que existían hasta ese entonces, pero sí estaba suficientemente orgulloso de esta mezcla específica de azul de Prusia, hecho con diversas tonalidades como el ocre amarillo y laca carmesí, como para asegurarse de que su azul profundo fuera un azul profundo con algunos destellos violáceos.
El color es una mezcla que refleja una tonalidad azul grisáceo, utilizado en primera instancia solo en acuarelas. En un principio se trataba de una mezcla de índigo, tierra de Siena natural y rojo. Actualmente sigue consistiendo en una mezcla, generalmente compuesta por negro de marfil con un poco de azul y de blanco; el pigmento azul utilizado, según la fuente consultada, puede ser azul ultramar sintético, azul de Prusia o azul de ftalocianina.
¿Por qué les gusta tanto el gris de Payne a los artistas? Por lo menos, en parte, debido a un fenómeno que ahora se conoce como “perspectiva atmosférica”. Piensa, por ejemplo, en colinas y montañas difuminándose en la distancia: cuanto más lejos está un objeto, más pálido y azul aparece. Este efecto se debe a las partículas de polvo, la polución y las gotas de agua dispersas por las longitudes de onda más cortas y más azules, y la niebla, la lluvia y la bruma lo exacerban. No es, por tanto, de extrañar que un paisajista de Devon fuera el primero en obtener el tono particular de gris oscuro con matices negros y azules tan especialmente adecuado para captar este efecto.