El cerúleo, un tono azul que rebosa felicidad, evoca imágenes de veranos sin fin y el color intenso de las aguas del Mediterráneo. De hecho, este vocablo tan exótico de origen latino quiere decir azul oscuro o verde azulado, y es justo ahí donde se sitúa el cerúleo en la escala cromática, entre un azul acuático, similar al de las aguas de las costas del Mediterráneo y un verde agua brillante. El azul cerúleo es a la vez opaco y brillante debido a sus partículas altamente refractivas; es estable y no reacciona a la luz ni a otros productos químicos, por lo que es una parte permanente e invaluable dentro de la paleta de color del artista. La palabra cerúleo viene del latín: caeruleus, y a su vez de caelum, cielo. Es espiritual y apacible. Muchos dioses hindúes, incluidos Krishna, Shiva y Rama, se representan con la piel del color del cielo para simbolizar su afinidad con el infinito. Los azules ayudan a la gente a expresar cuestiones espirituales. Cuando, al final de la Segunda Guerra Mundial, se creó la ONU con el objetivo de mantener la paz mundial, se escogió como símbolo un mapamundi sobre un par de ramas de olivo en un fondo ligeramente grisáceo de azul cerúleo. Oliver Lundquist, el arquitecto y diseñador que creó la insignia, escogió este tono porque es “lo contrario del rojo, el color de la guerra”.
El color es un derivado del cobalto que se conoce desde 1805 y que se obtuvo al calentar cobalto con dióxido de estaño. Pero no se comercializó hasta 1870. Lo hizo la empresa Rowney & Co, esta empresa había nacido un siglo antes. Se trataba de una droguería creada por Thomas y Richard Rowney en Londres. En la tienda se vendían polvos y otras pócimas para las pelucas. Al decaer la moda, transformaron el negocio y lo centraron en la producción de colores para Bellas Artes. En las últimas décadas del siglo XVIII Rowney & Co ya abastecía a artistas famosos como Turner. Se especializaron en el arte de la litografía, y en la producción de acuarelas y óleos. Nombro el arte de la litografía porque los artistas que desarrollaban esta técnica avanzaban en la técnica de las transparencias, y las capas. Y la transparencia es la base de la acuarela, que es de lo que trata este blog. Pero la Historia del Arte es un todo en que el que teoría, arte, artistas, técnicas y materiales navegan juntos a lo largo del tiempo. Ya en el siglo XX tenían varias fábricas en Londres, desde donde se expandieron. Para comprender la importancia de esta casa, hay que recordar que fueron los primeros fabricantes europeos de colores acrílicos para artistas, hoy indispensables en nuestras paletas y que, a mediados del siglo XX, en los años sesenta, pusieron las bases matéricas del pop art.
De este color Azul Cerúleo, o Celina, dice el Diccionario Enciclopédico Hispanoamericano en su tomo segundo que se preparaba en Inglaterra desde hacía algunos años. Para que nos hagamos una idea, la magna enciclopedia de la Editorial Montaner y Simon es de 1887. En ese año ya le da a este azul una entrada. Y también se le asigna la propiedad de no parecer violeta cuando se expone a la luz artificial, hecho que sucedía con los azules. En Inglaterra este color era denominado Azul Cerúleo, y en Francia Azul Celeste, y es parecido al tipo de azul denominado durante el Imperio Romano: Azul egipcio. Desde que nació tuvo éxito. Muchos pintores como Monet se hicieron adictos al nuevo matiz.