Seamos honestos: el cooperativismo en México aún no brilla como debería hacerlo y su impacto en las comunidades es frágil. El movimiento cooperativo no ha cuajado como una opción de inclusión productiva, laboral ni financiera. Don Luis Ugalde, cooperativista insigne de Querétaro, me cuenta que no somos una verdadera fuerza popular y el egocentrismo sigue vigente en sus liderazgos.
Nosotros, los cooperativistas, somos duros y los más críticos de nuestro actuar. Precisamente por eso, 157 cooperativas de ahorro y préstamo conforman la Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México (CONCAMEX) y sirven como órgano de consulta y colaboración del estado para el diseño, difusión y ejecución de las políticas, programas e instrumentos para el fomento, consolidación, desarrollo de las sociedades cooperativas de ahorro y préstamo. Unidos avanzamos.
Hace unas semanas, la Comisión de Economía Social y Fomento del Cooperativismo de la Cámara de Diputados en coordinación con la Confederación de Cooperativas de Ahorro y Préstamo de México y la Confederación Alemana de Cooperativas convocaron al foro “Cooperativas, su impacto en la economía social”. Diputados y especialistas del sector se manifestaron por robustecer el marco regulatorio e impulsarlas al ser una opción para la inclusión financiera y alternativa hacia el crecimiento del país.
El mismo presidente de la Comisión de Economía Social y Fomento del Cooperativismo, diputado Luis Alberto Mendoza Acevedo, pronunció que es fundamental apoyar a las cooperativas, ya que al tener un enfoque de ayuda mutua en las comunidades más marginadas y con menos oportunidades, se abre el acceso a sus beneficios. Todos ganan al participar, desde una cuenta de ahorro y créditos justos hasta una tienda de conveniencia, compra de productos con precios bajos.
El representante de la embajada de Alemania en México, Martin Nissen lo sabe. Son más de 20 millones de personas en su país que están asociadas a una cooperativa, las cuales se han convertido en columna fundamental para la economía social y otorga beneficios a sus miembros. Sus cajas populares son las Raiffeisen Bank.
Álvaro Ramírez, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) detalló que estas sociedades dan empleo a más de 100 millones de personas en el mundo y sustento a más de 270 millones; es decir, el 10% de la población productiva depende de éstas para su sustento.
Un dato revelador. En México, el 54% son cooperativistas de mujeres, quienes pagan a tiempo su préstamo y cultivan la educación financiera en casa. Mujeres que participan en la gestión y gobernanza de sus asociaciones. Estoy convencido que las cooperativas tienen un rol esencial en la nueva agenda del desarrollo sostenible. En México, los gobiernos municipales y estatales deben apoyar su creación y crecimiento, así como proteger los recursos de sus trabajadores y miembros.
A sus más de 90 años de edad, Don Luis Ugalde sigue persistente en la construcción de una mejor sociedad a través del cooperativismo. Me escribe convocando a una unión del sector popular. Así como él, somos muchos los que creemos en este movimiento y colaboramos orgullos en su construcción.
@JUANP_DELEON