Juan Manuel Portal Martínez

SNA: visiones adversas

A lo largo de las últimas semanas se ha podido constatar que aún persiste una brecha considerable entre la realidad y las expectativas de diferentes colectivos

17/08/2017 |04:45Juan Manuel Portal Martínez |
Redacción Querétaro
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A lo largo de las últimas semanas se ha podido constatar que aún persiste una brecha considerable entre la realidad y las expectativas de diferentes colectivos respecto a su visión de las medidas que es preciso adoptar para controlar la corrupción en México, así como la manera en la que debe enfocarse el esfuerzo del conjunto de organismos gubernamentales que componen el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), para que éste alcance resultados visibles en el corto plazo.

Esto ha generado mensajes equívocos que, al ser recogidos por una opinión pública agraviada por la prevalencia de este fenómeno y por organismos de participación ciudadana que buscan mantener incondicionalmente una posición crítica respecto a la acción gubernamental, han resultado en un incremento del escepticismo y desconfianza de la sociedad respecto a los méritos de esta estrategia.

Dicha situación ha llevado a la existencia de una visión del combate a la corrupción en dos velocidades e, inclusive, en dos sentidos diferentes: mientras que la sociedad, los medios de comunicación y los formadores de opinión exigen la aplicación de medidas que arrojen resultados inmediatos y contundentes contra personas específicas —independientemente de su factibilidad legal, administrativa o técnica—, el diseño del SNA busca obtener, en el mediano y largo plazos, cambios derivados de la aplicación de acciones transversales y que abarquen los temas de mayor impacto en la gestión del Estado.

Resulta delicado entonces que se genere una corriente de opinión que haya contrapuesto el elemento ciudadano del Sistema con los actores gubernamentales, sin reparar en las necesarias diferencias de enfoque que existen entre ambos campos y que, de hecho, forman uno de sus principales activos.

La creación del SNA representa una política de Estado que incluye un rol central en su conducción a representantes de la sociedad civil, designados a través de un proceso abierto y transparente. Hasta hace unos años, un diseño así era simplemente impensable. Sólo a través de una unificación de estas visiones se lograrán resultados reales.

Auditor superior de la Federación

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