Entre los retos más relevantes que tienen que atender en nuestro estado, está el relativo al agua; se trata de una necesidad vital que, si bien se ha tratado de solventar con diversos estudios y acciones de los gobiernos estatal y federal, no se tiene aún resuelto, no existe la disponibilidad suficiente per cápita, ha venido disminuyendo hasta en un 80% desde el año 1950.

Resulta fundamental que la población tenga pleno conocimiento de que el agua es un recurso finito, que requiere un gran esfuerzo y la participación de todos para administrarla de manera responsable y sostenible.

“La escasez del agua es reconocida como una de las amenazas más críticas para el correcto funcionamiento de la sociedad y la supervivencia de los ecosistemas acuáticos” (Escasez de agua, disponibilidad y agricultura; IMTA, junio 22 de 2022).

Es importante señalar que, con el paso de los años, el aumento de la población ha venido agotando las reservas de agua subterránea en Querétaro, por su sobreexplotación, especialmente en la ZMQ y en San Juan del Río, así como ocurre en la mayor parte de la entidad.

El agua de mayor calidad disponible para la población ha sido la subterránea, pero su recuperación de forma natural es poco viable. El agua subterránea que ha abastecido a la población para su consumo como agua de calidad, no suele ser la consecuencia de filtraciones recientes; ha sido el resultado de procesos geohidrológicos que llevaron miles de años para la formación de los acuíferos. Las aguas subterráneas tienen el riesgo de contener concentraciones de substancias no adecuadas para su consumo humano o el riego en la agricultura.

La recarga natural del agua de las lluvias debe cuidarse, para que los escurrimientos en superficie no se contaminen, en ríos, lagos, bordos o presas. La infiltración de agua a los acuíferos, de forma artificial y con calidad, no resulta factible y sí puede ser altamente riesgosa ante la posible contaminación de los acuíferos salubres.

Entre los serios riesgos de contaminación que se tienen en el agua que escurre a través de arroyos y ríos, se tienen los que se generan en la actividad agrícola y ganadera; asimismo, a causa de las zonas urbanas por las descargas de aguas residuales de actividades de la población, las comerciales e industriales.

El abastecimiento de agua para el consumo de agua en las urbes, frecuentemente proviene de aguas subterráneas, es el caso de la ZMQ; su adecuada conducción y tratamiento es un reto colosal, los niveles y tipos de contaminación asociados son de una gran variedad: substancias químicas de diversa naturaleza y peligro, patógenos, materia orgánica e inorgánica.

Las aguas residuales no deben ser tomadas a la ligera, representan un desafío importante para la salud y el ecosistema global.

El impacto ambiental de las aguas residuales no tratadas es de gravedad, pueden contaminar cuerpos de agua y propagar enfermedades; asimismo, la eutrofización que ocurre cuando los nutrientes en estas aguas provocan un crecimiento excesivo de plantas y algas, agotando el oxígeno y dañando otros organismos acuáticos. Si se infiltran al subsuelo, contaminarán los acuíferos, lo cual es difícilmente remediable.

Continuará.

Exrector de la UAQ. zepeda@uaq.mx

jalfredozg@yahoo.com.mx

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