El escenario que está planteando al mundo la segunda llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América (EUA), ha generado efectos en todos los ámbitos, en las relaciones internacionales, en lo comercial y financiero, en la política, lo social, organismos internacionales de alcance global, la paz y la guerra, salud, medio ambiente y en la concepción del mundo.

Los retos que ha venido estableciendo el presidente Trump para avanzar en la prosperidad del país que representa, así como los diferendos que ha señalado a Canadá y México, producen fuerte tensión en las relaciones de los tres países.

Las tres naciones han tenido vinculación histórica, por la ubicación geográfica que nos ha hecho vecinos y en esa razón se gestan los acuerdos comerciales, lo que nos brinda beneficiarios estratégicos; nuestra cercanía debería ser dignamente aprovechada, con inteligencia, para que todos ganemos de las fortalezas que cada nación tiene.

La migración se ha padecido, pero también ha dado lugar a beneficios a México y a EUA. Los EUA han fortalecido su desarrollo con la ayuda de los mexicanos, para disponer de trabajadores agrícolas, en la construcción y en los servicios, entre otros. El trabajo de los mexicanos en ese país ha brindado a nuestra nación ingresos económicos relevantes, las llamadas “remesas” que forman parte importante de las finanzas mexicanas. La migración ha sido legal con base en acuerdos y también ilegal cuando ha sido sin el consentimiento.

El cuidado de las fronteras corresponde a ambos países, asimismo México no debería permitir el ingreso ilegal a nuestro territorio de migrantes de otras naciones. Es menester reflexionar que muchos de los migrantes huyen de sus países porque no encuentran oportunidades suficientes para prosperar.

La inseguridad y la ausencia de estado de derecho en muchos países, provoca la expulsión de la población; también la restricción de las libertades fundamentales de las personas, la pobreza y la falta de oportunidades para mejorar su calidad de vida, todos se constituyen en factores graves y fundamentales en las causas de la migración.

Una nación próspera resulta atractiva para su propia población, la cual valora en alto la oportunidad que le ha bridado su país para tener calidad de vida, los ciudadanos se sienten orgullosos de pertenecer a su país, de contar con instituciones sólidas y gobierno en el que existe la división de poderes; en la mayoría de los casos, poder ejecutivo, poder judicial y poder legislativo que garantizan el equilibrio de los tres poderes, honorables y capaces, con estado de derecho; todos deben rendir cuentas de su desempeño y de los recursos públicos que ejercen.

Querétaro ha sido un estado próspero, cuyo desarrollo le ha permitido mejorar en todos los ámbitos, las inversiones locales, nacionales y extranjeras le han llevado a ocupar un lugar relevante en las exportaciones y, como ocurre a nivel nacional, la mayor parte de lo que se exporta tiene por destino a los EUA. Es imperativa la inteligencia y el talento en los cambios requeridos, procurando los mejores acuerdos, estrategias y acciones, existe mucho por observar y por hacer. (Continuará)

Ex Rector de la UAQ

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