17/01/2020 |04:51José Alfredo Zepeda Garrido |
Redacción Querétaro
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La temporada de estiaje que se tiene en Querétaro y en el país en general, se inicia en el mes de octubre en que las lluvias declinan, periodo que se extiende hasta al mes de mayo en el cual puede iniciar la temporada de lluvias que se extiende hasta el mes de septiembre.

Así las cosas, nos encontramos en plena temporada de estiaje y ya se reportan los primeros incendios en diversas regiones del país, así como en nuestra ZMQ; el suelo y la maleza se encuentran secos, lo que favorece la aparición de los incendios, entre los cuales sobresalen los provocados por la acción humana con propósitos variados, pero siempre en perjuicio del medio ambiente y de consecuencias peligrosas. Entre los factores que agravan el riesgo de incendios se tienen los climáticos, el aumento de la temperatura en el ambiente y el viento.

La quema a campo abierto es una práctica común de consecuencias perjudiciales al medio ambiente y es especialmente llevada a cabo en las temporadas de estiaje, con ello se pretenden eliminar la hierba y los residuos agrícolas. Las quemas agrícolas provocan graves daños al ambiente y cuando se salen de control llegan a tener alcances devastadores, incluyendo a la salud y de tipo económico.

La protección y conservación de los recursos naturales requiere del establecimiento de especificaciones y acciones para mitigar los efectos adversos sobre el ambiente y la salud de los habitantes, causados por las prácticas habituales en la agricultura y el inadecuado manejo de los residuos generados. Las actividades agrícolas que llevan a cabo la quema de esquilmos también causan daños.

Para el correcto manejo y disposición de los residuos se requiere evitar la erosión del suelo e instrumentar técnicas para su conservación. Es menester promover la utilización de desechos orgánicos para mejorar las condiciones del suelo e incrementar su fertilidad; debe evitarse el deterioro de las condiciones físicas, químicas, biológicas y productivas del suelo; es fundamental no propiciar el deterioro de la calidad del aire ni de los recursos naturales y productivos en general; es preciso evitar los incendios de predios.

El suelo debe aprovecharse con criterios de sustentabilidad y el proceso productivo debe asegurar la preservación de los recursos naturales.

En la disposición de los residuos agrícolas, la quema debería prohibirse, porque propicia la erosión hídrica o eólica y elimina la materia orgánica del suelo, todo ello contribuye al deterioro de su calidad productiva y al deterioro de la calidad del aire, debido a que en el proceso de combustión de los residuos agrícolas se arrojan a la atmósfera una gran cantidad de partículas sólidas y gases nocivos a la salud, tal es el caso del bióxido de carbono, monóxido de carbono y bióxido de nitrógeno, entre otros.

Las sustancias producidas por la quema agrícola representan una amenaza al ambiente y a la salud. Los contaminantes generados, además de su toxicidad directa sobre los individuos, provocan daños en la atmósfera, clima y ecosistema.

Parece ser que en Querétaro, como sucede en la mayoría del país, no se tiene un plan para regular, vigilar y evitar las quemas agrícolas, así como para establecer y aplicar las sanciones correspondientes.

La Norma Oficial Mexicana NOM-015-SEMARNAT/SAGARPA-2007 establece las especificaciones técnicas de métodos de uso del fuego en los terrenos forestales y en los terrenos de uso agropecuario. La vigilancia del cumplimiento de la Norma corresponde a la Profepa y a la Sagarpa, así como a los gobiernos de los estados, de la Cd. de México, y autoridades municipales en el ámbito de sus respectivas competencias.

Mientras no se aplique la Norma en todo su alcance, el problema se persistirá. En mi opinión razonada, las quemas agrícolas deben prohibirse.

Exrector de la UAQ.zepeda@uaq.mxjalfredozg@yahoo.com.mx

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