El día miércoles 19 de este mes resultó significativo la visita que llevamos a cabo al Parque Industrial Querétaro, el géologo Ángel Becerril, coordinador de la Unidad de Inspección y Vigilancia de la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y Desarrollo Urbano (PEPMADU), y quien esto escribe. El anfitrión fue el director de Parque, el ingeniero Abel Baca Atala.

La razón fundamental de la visita fue conocer del manejo de las aguas en el parque y su relación con la cuenca tributaria correspondiente, es decir, las aguas pluviales y las residuales que recibe, así como lo que entrega para drenarse principalmente a la presa Santa Catarina, en la delegación Santa Rosa.

Asimismo, también se trató de conocer el consumo de agua en el parque y el tratamiento que le dan a las aguas residuales. Otro objetivo se refirió a los programas de Auditoría Ambiental Voluntaria que lleva a cabo la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y a las certificaciones de Industria Limpia que han obtenido las industrias allí instaladas. Lo anterior, considerando el Programa de Auditoría Ambiental Voluntaria que se pretende establecer por parte de la PEPMADU, en un sentido similar al de Profepa.

Este parque inició sus actividades en 1997 y a la fecha es uno de los más importantes de nuestro estado, se trata de un complejo integral para el desarrollo de empresas nacionales e internacionales.

Hoy incluye a más de 120 empresas con capitales de 16 países, lo que representa 60% de la inversión de la zona Bajío. Se promueven la seguridad, la sustentabilidad, la responsabilidad social y los valores humanos y es el primer parque industrial en México con Certificado de Industria Limpia.

En octubre del año pasado se reportaron afectaciones en el agua y muerte de peces en la Presa Santa Catarina, derivado de ello y de la denuncia popular que se presentó en la Procuraduría, se llevaron a cabo estudios que la PEPMADU encargó al Laboratorio de calidad del agua y suelo de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), no se encontró evidencia de algún proceso de contaminación de carácter químico que implicara la presencia de metales pesados en el agua, ya que sus niveles resultaron muy bajos. La presencia de carbono no orgánico y fósforo indicaron que parte de la eutrofización que se dio en el reservorio fue causada por la entrada de aguas residuales domésticas. El alga anabaena identificada en el estudio es permanente y prolifera con las altas temperaturas, bajos niveles de agua y contaminación, principalmente a causa de descargas de aguas residuales domésticas.

Durante los trabajos de indagación no se descartaba alguna responsabilidad de la actividad industrial, sin embargo, los resultados de los estudios la excluyeron como causa de la contaminación del agua de la presa.

De cualquier forma, la procuraduría deseaba constatar la forma en que trabajaba el parque industrial, hemos podido observar que entre su infraestructura, se cuenta con dos plantas de tratamiento de las aguas residuales que atienden a todas las industrias asentadas en dicho parque, con una capacidad instalada de 40 litros por segundo. Parte de las aguas tratadas son reutilizada hasta en más de un par de veces, asimismo, también se reciben aguas residuales de algunas comunidades, para también ser tratadas.

En síntesis, el parque además de cumplir con sus obligaciones legales en materia de tratamiento de sus aguas, coadyuva con la generada por algunas comunidades.

Una de las problemáticas que urge atender es el crecimiento generando a alrededor del parque, que ha afectado los escurrimientos pluviales y el manejo de aguas residuales de la zona.

Las dificultades crecen cuando en tiempo de lluvia los escurrimientos se mezclan con aguas residuales, las cuales no se pueden controlar ni tratar cabalmente y llegan a las presas, con los daños ambientales correspondientes.

Procurador del Medio Ambiente

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