Con relación al Sistema Batán, para el abastecimiento de agua potable a nuestra ZMQ, se tiene considerado que la presa sea la receptora de agua proveniente de las plantas de tratamiento, la cual necesariamente deberá tener la calidad para su posterior consumo por la población, porque a partir de la misma presa se llevará a cabo la distribución del líquido vital.
El agua proveniente de las plantas de tratamiento ubicadas aguas abajo, necesariamente tendrá que bombearse a la presa y la que pudiera tratarse en alguna planta de potabilización localizada aguas arriba, evidentemente podrá llegar por gravedad y a través de ductos para mantener su calidad, sin requerir bombeo.
Una de las cuestiones que se tendrán que resolver, se refiere al manejo del agua que escurra de la cuenca aguas arriba de la presa, sin ningún tratamiento, tanto la proveniente de las lluvias como la que se incorpore de las diversas actividades en las zonas urbanas y agropecuarias. ¿Cómo se asegurará la calidad del agua, con esos orígenes, que ingrese al embalse en El Batán?
En estas condiciones, el agua almacenada en la presa estaría contaminada con en agua proveniente de los citados escurrimientos, por lo cual no podría abastecer a la metrópoli con agua potable.
Es de entenderse que, si el agua en la presa se constituye en el reservorio de agua potabilizada, por ningún motivo se podría permitir el acceso de aguas contaminadas, de cualquier origen.
Es oportuno tener en consideración el hecho histórico de que esta presa El Batán, al poco tiempo de concluida e inaugurada el 6 de febrero de 1991, recibió grandes cantidades de agua pluvial que excedieron la capacidad del almacenamiento, estimado del orden de 6 millones de metros cúbicos en ese tiempo; este acontecimiento generó una situación de peligro, porque se presentaron filtraciones en la presa y daños estructurales que pusieron en riesgo su estabilidad. La precipitación pluvial en ese año fue del orden de 900 milímetros, cuando la medía en la ciudad de Querétaro es de 550 mm. Ciertamente, se trató de una precipitación extraordinaria que ocasionó el llenado inmediato del embalse, lo cual de ninguna manera es razón para que una presa presente daños.
Suponiendo que la presa El Batán sea una estructura segura, considerando que la Conagua llevó a cabo los estudios necesarios para diagnosticar lo ocurrido y realizar las acciones necesarias para garantizar su seguridad y buen funcionamiento, queda otro pendiente a resolver, porque la presa ya no podrá administrarse como una obra reguladora de las avenidas, pues es de entender que se procurará tener agua potabilizada almacenada para suministro de los requerimientos de la ZMQ.
Así las cosas, tendrían que existir obras de desvío para proteger el almacenamiento de El Batán y para administrar los escurrimientos, evitando inundaciones y daños diversos.
Quedan más cuestionamientos por atender sobre el Sistema Batán, reconociendo que quien aquí escribe, no conoce realmente el proyecto, únicamente se basa en lo publicado en diversos medios de comunicación y en el modesto saber que tengo sobre el tema, como queretano, ingeniero civil (UAQ) y posgraduado en Mecánica de Suelos (UNAM). —Continuará...—
Ex rector de la UAQ