En este artículo se ponen a consideración algunas propuestas y recomendaciones para afrontar, de la mejor forma posible, la problemática asociada a la escasez del recurso hídrico en amplias regiones de México y particularmente en Querétaro; se trata de sintetizar y a la vez de cubrir las principales, varias de ellas ya mencionadas en esta sección de opinión.

Discutir y aprobar leyes estatales de aguas en la que se tomen en cuenta las realidades de la región, las tendencias socioeconómicas y las normas de calidad de vida decididas por sus habitantes. En Querétaro se ha aprobado recientemente una ley estatal al respecto.

Reconocer la distribución de la población actual y futura frente a la distribución espacial del agua. Asimismo, crear y mantener una organización que permita una gestión que responda a la planeación del uso del agua y a las políticas de desarrollo sustentable.

Es de suma importancia el conocimiento preciso de la evolución del uso y manejo del agua subterránea del estado de Querétaro, lo cual es de gran importancia, y realizar cambios profundos en los criterios que actualmente rigen el desarrollo urbano, económico y social de la entidad.

Resulta fundamental reducir la extracción del agua de los acuíferos y el consumo de la misma para fines urbanos, agrícolas e industriales, a través de políticas de uso racional del agua, erradicando el desperdicio y las pérdidas. También es necesario desarrollar instrumentos eficientes de gestión de cuencas.

Para evitar crisis sociales, ambientales y económicas, es necesario fortalecer los programas educativos y cívicos orientados a informar verazmente sobre las distintas realidades del agua en el estado y en el país.

Resulta fundamental establecer planes para proteger la economía de las cuencas y que al mismo tiempo se preserven las reservas de agua para el futuro.

Mejorar los programas de tratamiento de aguas residuales y la reutilización de agua tratada, en México la mayoría de las plantas de tratamiento no funcionan adecuadamente.

En materia agrícola, deben preferirse los cultivos favorables con bajo consumo de agua, pero de alta rentabilidad. Impulsar la producción agrícola intensiva mediante invernaderos es una alternativa visionaria.

Promover otros polos de desarrollo en la entidad, propiciando inversiones públicas y privadas; sumando el esfuerzo de los tres órdenes de gobierno, sería posible lograr la construcción de mejores carreteras con enlace a otras regiones y corredores económicos. Las nuevas regiones a desarrollar deberán contar con recursos naturales que garanticen la sustentabilidad, entre otros, agua.

Construir bordos y presas donde resulte factible, así como ampliar las capacidades de algunos de los existentes. Asimismo, promover la reforestación y sistemas que permitan retener lo más posible el agua, tal es el caso de la construcción de terrazas.

La conciencia que debemos tener, en general, requiere del esfuerzo personal y colectivo para cuidar el agua, disminuir su consumo, evitar el desperdicio, su contaminación y el uso suntuario. Asimismo, se debe promover la cultura del agua, con el apoyo de las instituciones educativas y todos los sectores sociales y económicos. (Continuará)

Ex rector de la UAQ

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