La solución a la problemática agravada a causa la sequía que enfrenta la mayor parte del país, requiere entender cabalmente su dimensión, los antecedentes, la evolución que ha tenido, las exigencias y limitaciones actuales, así como los retos que tenemos, con visión de futuro. El mayor problema que se puede tener es la ignorancia, la desinformación es fuente de apatía e indiferencia; la gestión pública es el elemento que potencia la participación libre y civilizada de la comunidad en la determinación del rumbo del espacio donde vive, trabaja y convive.

Se requiere contar con información oportuna y veraz que, con bases técnicas y científicas, nos muestre la realidad de los recursos naturales de las ciudades y de su entorno, así como de las regiones que integran nuestra nación.

Es primordial la participación responsable de la sociedad organizada y propiciar la suma de esfuerzos y recursos para hacer sustentable nuestro desarrollo, particularmente en lo que atañe al agua. También es necesario promover la gestión pública como la fuente por excelencia de la relación del poder público con la población y forjar una cultura del agua fundada en la escasez y no en la abundancia, evitando el crecimiento desordenado.

La planeación para el desarrollo sustentable no es un asunto de exclusiva competencia del poder público. En la medida en que se abran espacios de participación y propuesta, en esa misma medida ese poder público compartirá sus políticas y programas y tendrá la autoridad moral y política en su labor.

El punto está en que la participación ciudadana sea capaz de influir en los programas públicos. Se requiere para ello de la existencia de una voluntad política que escuche y de una ciudadanía que hable respetuosa y enteradamente. Es indudable que una sociedad más informada acerca de su entorno, es una sociedad más responsable de su propia cultura y educación.

Entre los retos que se tienen, está el de contar con la legislación adecuada y la coordinación de los gobiernos municipales, estatales y el federal, así como de los usuarios, creando una legislación que asegure y proteja el interés público en el recurso agua y el derecho humano.

Para evitar crisis sociales, ambientales y económicas, se requiere fortalecer los programas educativos y cívicos orientados a informar verazmente sobre la realidad del agua.

En nuestra ZMQ, así como en otras urbes, es menester reconocer la distribución de la población actual y proyectar la futura frente a la distribución espacial del agua. Asimismo, crear y mantener una organización que permita una gestión que responda a la planeación del uso del agua y a las políticas de desarrollo sustentable.

Es necesario el conocimiento preciso de la evolución del uso y manejo del agua subterránea del estado de Querétaro y realizar mejoras en los criterios que rigen el desarrollo urbano, económico y social de la entidad.

En materia agrícola deben preferirse los cultivos con bajo consumo de agua, pero de alta rentabilidad; asimismo, se requiere impulsar la producción agrícola intensiva mediante invernaderos, lo cual desde hace varios años se ha realizado en Querétaro y en otras regiones, en lo cual la UAQ ha contribuido. (Continuará)

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