Es relevante la atención que ha dado el gobierno de Querétaro para dar respuesta al requerimiento de agua que tiene el estado, de acuerdo a su desarrollo, en lo que sobresale el aumento poblacional y el económico que deben acompañarse de una planeación inteligente, así como de estrategias y acciones que aseguren el progreso y la calidad de vida de manera sostenible.
En su momento, se consideró que Acueducto II, inaugurado en febrero de 2011, atendería los requerimientos de agua de la ZMQ por los siguientes 30 años; sin embargo, no ha resultado suficiente. El Sistema Acueducto II proporcionaría anualmente de 47.3 millones de metros cúbicos de agua proveniente de los manantiales del Infiernillo, cercanos a la presa hidroeléctrica Zimapán, la cual sería llevada a una planta potabilizadora, como ha venido ocurriendo. Este nuevo abastecimiento de agua permitiría reducir la sobreexplotación del acuífero del Valle de Querétaro, afectado por una extracción anual de 110 millones de metros cúbicos anuales.
Con el paso de los años, más tempranamente de lo planeado, Acueducto II ha resultado insuficiente, por lo cual las aguas subterráneas han continuado siendo sobrexplotadas y se siguen presentando dificultades para el abastecimiento de agua potable en diversas zonas de la ZMQ.
El gobierno estatal, a través de la CEA, ha estudiado diversas alternativas para aumentar la disponibilidad de agua potable y la que ha encontrado viable es la que presenta en el Sistema Batán, el cual tiene el enorme y complejo desafío, entre otros, de lograr potabilizar aguas residuales.
De cualquier forma, la conservación de los acuíferos (aguas subterráneas), como el correspondiente al Valle de Querétaro, siempre deberá atenderse con el mayor cuidado, porque siguen siendo la reserva estratégica, la cual es vulnerable de varias formas y no ha llegado a conocerse del todo, se requiere más investigación de su naturaleza y su posible evolución. Resulta también delicado el tema de la recarga del acuífero, si bien es cierto que se han realizado diversos estudios, no parece existir certeza suficiente. Se debe demostrar que existe la recarga del acuífero y la cantidad de la misma, así como la manera en que ocurre.
Existe numerosos de estudios relativos al acuífero del Valle de Querétaro, muchos de ellos gestionados por la Comisión Estatal de Aguas de Querétaro (CEA) y también realizados por la Comisión Nacional de Aguas (CONAGUA), también varios contratados con empresas dedicadas a este tópico. Asimismo, la UAQ y la UNAM Campus Juriquilla, han llevado a cabo investigación desde hace varias décadas.
Una de las primeras investigaciones realizada por la UAQ se dirigió al tema de la subsidencia (descenso de la superficie del terreno) provocada por la extracción del agua subterránea en el Valle de Querétaro, en la década de los 80, hace casi 40 años. La subsidencia ha dado lugar a la aparición de fallas observables en la superficie y daños a la infraestructura.
Se han llegado a medir hundimientos de hasta 2 cm por año en algunas partes del Valle. La herramienta principal para la detección y modelado de estos desplazamientos es la interferometría satelital. (Continuará)
Ex rector de la UAQ