Los diversos sucesos que se han venido dando en el ámbito mundial, particularmente en los años recientes, partiendo del conflicto armado ocasionado con la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2023, así como en el ámbito comercial por el tema arancelario y las aspiraciones expresadas por el presidente Donald Trump, además del conflicto en la región de Gaza e Israel y la reciente guerra entre Irán e Israel, que han generado un ambiente mundial de tensión e incertidumbre en el planeta.
Hace tres décadas se podía observar en el mundo que se avanzaba en los acercamientos y la cooperación internacional, en comercio, educación ciencia y tecnología, la democracia había tenido avances significativos; se podía observar cómo se progresaba en colaboración entre países, como Estados Unidos y Rusia, en su actividad empresarial y diversos proyectos de interés científico y tecnológico.
La relación entre Estados Unidos y Rusia ha sido compleja a lo largo de la historia, pasando por etapas de cooperación y también de confrontación. Ambos países han tenido un papel relevante en los acontecimientos geopolíticos internacionales, desde la Guerra Fría hasta la actualidad. En la etapa de colaboración ha destacado la lucha contra el terrorismo, la no proliferación nuclear y la cooperación espacial.
Por otro lado, han sido de enorme importancia los acuerdos comerciales, los cuales evidentemente y en justicia deben beneficiar a todos los países participantes. Se establecen obligaciones que cada una de las partes necesariamente debe cumplir.
Los organismos internacionales para la cooperación y para la administración justa siempre deberían ser cabalmente inteligentemente dirigidos y apoyados para avanzar y construir un mundo mejor en todos los ámbitos, para bien de la humanidad, sean como ejemplo la ONU, la OEA, la Unión Europea (establecida para facilitar la cooperación económica y política entre sus miembros, promoviendo la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, entre otros).
En el caso de la OEA, en mi opinión, resulta justo el reclamo que actualmente hacen los Estados Unidos en lo referente a su aportación al presupuesto, algo mayor del 50% de los recursos económicos que los demás países miembros destinan a ella, siendo que el voto de cada uno de ellos está igualmente ponderado.
Se ha estado padeciendo un retroceso en la integración y cooperación entre las naciones, lo cual está afectando el anhelo de cooperación y convivencia entre muchas naciones, así como la buena marcha de los organismos internacionales. La cooperación internacional entre las universidades sigue siendo una oportunidad para establecer puentes entre los países y las diversas regiones del mundo.
Es un enorme reto, lograr acuerdos fructíferos entre universidades de diversos países, que promuevan el avance educativo, ciencia, tecnología e innovación; asimismo, el intercambio cultural y el entendimiento entre las naciones. Los gobiernos deben apoyar a sus instituciones educativas en el ejercicio del pensamiento libre, la superación, el respeto y la solidaridad. Por su parte, la educación requiere inculcar principios éticos, como la verdad y el honor.
Ex Rector de la UAQ
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