Es natural que la los profesores que se integran al personal académico de una institución, como la UAQ, además de impartir cátedras afines a su preparación en licenciatura y posgrado (especialidad, maestría y doctorado), tengan en su enfoque la atención de los requerimientos del estado, del país y del mundo. En la mayoría de los casos, las necesidades que se tienen en Querétaro, tienen similitud con las existentes en otras regiones del mundo.
La investigación que realizamos los profesores normalmente está plenamente justificada y los avances son evaluados de diversas formas, tanto al interior de la universidad como por las publicaciones de los logros alcanzados, aportaciones al conocimiento, libros publicados, patentes y otros productos relacionados.
La publicación de artículos en las revistas nacionales e internacionales de prestigio, ocurren después de ser evaluados mediante arbitraje llevado a cabo por grupos de expertos reconocidos que califican y acuerdan la aceptación. En México, los profesores pueden solicitar su ingreso al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), creado en 1984 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (creado en 1970); de acuerdo a sus progresos en investigación, pueden acceder a categorías crecientes, lo cual se acompaña de estímulo económico.
Para adentrarme en el conocimiento sobre la línea de investigación que realizaba junto con mis alumnos de posgrado y otros colegas de la UAQ, comportamiento de suelos expansivos y cimentaciones, se buscó el acercamiento con algunos de los investigadores más destacados, los cuales que se identificaban por sus numerosas publicaciones en revistas de investigación de prestigio y en sus participaciones en los congresos internacionales.
Fue así, siendo profesor y jefe de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Ingeniería, que en 1987 establecí contacto académico con el profesor Robert Lytton de Texas A&M University, quien me ofreció integrarme a su equipo de investigación en dicha universidad, como investigador visitante, aprovechando el permiso de año sabático que podría otorgarme la UAQ.
Sin embargo, en 1988 el rector, Jesús Pérez Hermosillo, me invitó a asumir el cargo de director de Estudios de Posgrado de la UAQ, lo cual resultaba un honor y también oportunidad para fortalecer los posgrados, entendiendo que la investigación resultaba fundamental para los posgrados.
Expliqué al Dr. Lytton la situación y aceptó generosamente apoyar la línea de investigación que compartíamos, lo cual se convirtió en una excelente alianza académica que mucho ha contribuido a la UAQ y al país.
Quien aquí escribe, tuvo la oportunidad de ser becario del CONACYT (1977-1979) para realizar la maestría en Mecánica de Suelos en la UNAM; asimismo, luego de presentar los avances en mi actividad académica, entre otros, la investigación realizada sobre suelos expansivos en la UAQ, ingresé al SNI en 1990.
No es posible ofrecer programas de calidad (maestrías y doctorados) si no se realiza la investigación, generación de conocimiento, la cual es de importante responsabilidad de la institución y de los profesores, integrando a los alumnos, es parte toral en su formación. (Continuará...)
Ex Rector de la UAQ
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