Ha sido de gran trascendencia el invento de los automóviles impulsados por gasolina, característico del siglo XX. Se acepta que los primeros automóviles con gasolina fueron desarrollados por ingenieros alemanes. En 1908 Henry Ford comenzó a producir automóviles en cadena de montaje, logrando cifras de fabricación hasta entonces impensables.
En la ciudad de Querétaro a mediados del siglo pasado, las calles disponibles eran principalmente transitadas por peatones, eran muy pocos los automóviles existentes en la ciudad y escasamente necesarios; las distancias de un punto a otro de la ciudad eran pequeñas, comparadas con la gran urbe que ahora tenemos, difícilmente se pensaba en la contaminación atmosférica y la actividad industrial era aún escasa.
Las cosas han cambiado de manera impresionante, la ahora Zona Metropolitana de Querétaro se ha vuelto compleja en su funcionamiento, somos más de un millón de habitantes, existe una actividad industrial impresionante y un parque vehicular de casi medio millón de vehículos que utilizan gasolina. La contaminación de nuestra atmósfera y el cambio climático provocado por las actividades humanas y nuestro estilo de vida, amenaza nuestro futuro y ya se padecen consecuencias. Científicamente se han establecido posibles escenarios futuros, según las acciones que implementemos en todo el mundo para atemperar el cambio climático.
Los vehículos automotores propulsados por motores de combustión interna producen, en general, tres tipos de emisiones de gases contaminantes, emisiones evaporativas y emisiones por el tubo de escape, así como emisiones de partículas por el desgaste tanto de los frenos como de las llantas.
Respecto a las emisiones provenientes del escape de los vehículos automotores, tales como motocicletas, vehículos de pasajeros, camiones y autobuses, todos ellos diseñados para circular en la vía pública, se generan hidrocarburos, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno que es precursor de ozono, partículas; bióxido de carbono, que es un gas con importante efecto invernadero que atrapa el calor de la tierra y contribuye seriamente al calentamiento global; bióxido de azufre, amoníaco y metano que también es un gas de efecto invernadero con un potencial de calentamiento 21 veces mayor al del bióxido de carbono, todas estas emisiones resultan contaminantes. Los óxidos de nitrógeno contribuyen al efecto invernadero y su potencial de calentamiento es 310 veces mayor que el bióxido de carbono.
Por lo general las emisiones de una sola unidad, de cualquiera de estos vehículos, son muy bajas comparadas con las emisiones de una chimenea industrial. Sin embargo, debido a la cantidad de vehículos en circulación, en muchas ciudades representan la fuente principal de contaminación. Conducir un vehículo de pasajeros privado es quizás la actividad diaria más contaminante que el ciudadano común realiza y a diferencia de las chimeneas industriales, es prácticamente imposible medir las emisiones de cada uno de los vehículos que circulan en una zona determinada; por lo tanto, se requiere utilizar herramientas distintas y especializadas para estimar las emisiones de las fuentes móviles en conjunto.
En condición de reposo con el motor caliente y en reposo con el motor frío, también se provoca la evaporación de hidrocarburos; asimismo, durante la recarga de combustible en las gasolineras.
El uso de energía del autobús o del tren es de 3 a 5 veces más eficiente que el del coche por persona/km en plena carga. Lo anterior nos hace ver imperativo el llevar a cabo acciones para moderar el uso del automóvil y avanzar en el transporte colectivo.
Los pagos anuales de verificación vehicular deberían ser diferenciados, a mayor contaminación mayor pago, para financiar acciones compensatorias al daño ambiental.
Procurador del Medio Ambiente de Queretaro.
jzepedag@queretaro.gob.mx