El agua es uno de los recursos naturales más significativos y en este espacio de EL UNIVERSAL Querétaro se ha analizado ampliamente el tema que encabeza esta columna. Representa un gran reto el uso racional del agua, evitar el agotamiento de los acuíferos, la contaminación tanto de aguas subterráneas como de las superficiales, llevar a cabo el tratamiento pleno de las aguas residuales y el adecuado reúso. En otra perspectiva, las inundaciones recurrentes que se padecen en nuestra metrópoli han sido causa de afectaciones al patrimonio de la población y a la infraestructura de la ciudad, así como materia de preocupación y acciones por parte de los gobiernos estatales y municipales.

En lo que atañe al suministro de agua y a las inundaciones, existe una interacción con el crecimiento de las urbes y la modificación de la hidrología urbana, lo que da lugar a las inundaciones que se padecen, a lo que puede agregarse desfavorablemente la influencia del cambio climático de tipo antropogénico. Con relación a las inundaciones, lo que se enfatizará en este artículo, es necesario tomar en cuenta que nuestra urbe se instaló primordialmente en el valle, que era de inundaciones desde antes de que existiera su población. Con el crecimiento de la ciudad se fueron modificando las condiciones hidrológicas del valle y de la cuenca que le tributa, dicha cuenca permitió la construcción de una gran cantidad de bordos que sirvieron para la actividad agropecuaria y moderaron los escurrimientos hacia el valle de la ciudad. Por ejemplo, hace algunas décadas existían bordos en lo que hoy es la colonia Carretas de la ciudad de Querétaro o en el fraccionamiento Tejeda del municipio de Corregidora, los bordos han sido sustituidos por desarrollos habitacionales, lo que en parte explica la problemática de inundaciones frecuentes que se ha tenido en Carretas.

En cuanto se dio el crecimiento acelerado de la mancha urbana, en proporción semejante fueron eliminándose gran cantidad de bordos.

El gobierno de Querétaro que encabezó el licenciado Enrique Burgos García, emprendió la construcción y rehabilitación de bordos y presas, con el propósito de regular los escurrimientos que se generaban en tiempo de lluvias, mitigando las inundaciones de diversas zonas de la ciudad, tal es el caso de los bordos Tángano, Cuesta China y la presa Bolaños, por citar tan sólo algunas de las acciones. En ese tiempo, las aguas pluviales provenientes de la zona del Tángano y la de Cuesta China llegaban al dren Cimatario I. En este caso, ante el auge de desarrollos inmobiliarios y población creciente, en la zona de la antigua Cuesta China y en el Centro Sur han aumentado los volúmenes de los escurrimientos y su velocidad. En la administración del gobernador y licenciado José Eduardo Calzada Rovirosa, al aumentarse los carriles en el boulevard Bernardo Quintana en su paso bajo el Acueducto, se aprovechó para construir un dren que captase los escurrimientos provenientes de la antigua Cuesta China para conducirlos al Río Querétaro, aliviando así al dren Cimatario I. A pesar de todo, este dren ha sido insuficiente, no hace mucho el municipio de Querétaro llevó a cabo obras urgentes para evitar su desbordamiento en fraccionamientos vecinos; sin embargo, la problemática debe atenderse de forma integral, si bien es cierto que existen acciones locales inmediatas que ayudan a mitigar la problemática.

El proyecto que lleva a cabo la Universidad Autónoma de Querétaro para atender las inundaciones, bajo la conducción del doctor Alfonso Gutiérrez, permitirá generar el conocimiento necesario y la planeación integral para la mejor toma de decisiones en materia de infraestructura hidráulica de control en la Zona Metropolitana de Querétaro, no deben escatimarse inversión y esfuerzos.

Ex Rector de la UAQ zepeda@uaq.mx

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