José Alfredo Botello Montes

La oposición del todo o nada

En 1939, el Partido Acción Nacional fue fundado por un grupo de ciudadanos que veían como el régimen post revolucionario venía a marcha acelerada con la práctica de la imposición de prácticas socialista, para que el gobierno, no el estado, fuera quien decidiera sobre la vida, las libertades y las propiedades de los ciudadanos, y a pesar que en 1940 se avecinan las elecciones presidenciales, después de un debate en su asamblea fundacional se decidió no presentar candidatura en esa ocasión, y así fue como en su mayoría de quienes militaban en este partido naciente, decidieran votar por Juan Andrés Almazán quien se presentaba como candidato por parte del partido denominado Partido Revolucionario de Unificación Nacional.

Como era de esperarse y con el apoyo desde el gobierno ganó el candidato Manuel Ávila Camacho, abanderado del Partido de la Revolución Mexicana, antecedente del Partido Revolucionario Institucional y que gobernó nuestro país por más de sesenta años, desarrollando un gran maquinaria electoral y de gobierno de manera tal que se le llegó a adjetivar como la “dictadura perfecta”.

Tampoco participamos en las elecciones de 1946 al no aceptar la candidatura Luis Cabrera Lobato, declinando antes de iniciar la campaña, y la mayoría de los militantes apoyaron la candidatura de Ezequiel Padilla Peñaloza, propuesto por el Partido Demócrata Mexicano, que fuera vencido por el candidato oficialista del Partido Revolucionario Institucional que por primera ocasión era un civil y no un miembro emanado de las fuerzas armadas: Miguel Alemán Valdés.

Para 1976 tampoco el Partido Acción Nacional lanzó candidato, una vez que Pablo Emilio Madero no logró el 75 por ciento de los votos de la asamblea partidista para ser postulado como su candidato, pero ahora los panistas en lugar de apostarse por un candidato no registrado, no participaron para la elección presidencial pero sí para el Congreso de la Unión obteniendo una veintena de diputados federales por la vía plurinominal.

Sin querer queriendo, diría el clásico, fue que la candidatura en solitario de José López Portillo dio como consecuencia una profunda reforma electoral, mediante lo cual se obliga a los partidos políticos presentar candidato a Presidente de la República, so pena de sanción, y además es cuando se autorizó el financiamiento de los partidos políticos, lo que trajo un profundo debate del PAN de aceptarlo o no, pero también la propia ley obliga a su aceptación.

Fue hasta el año de 1997, veinte años después de esa reforma electoral, que el partido oficialista Revolucionario Institucional pierde la mayoría calificada en Cámara de Diputados, inaugurando una etapa conocida como la del “gobierno dividido” y que se tenían que tender puentes de negociación, para las reformas constitucionales y trascendentales.

Fue así que con el PAN como oposición responsable, se fortaleció el sistema de los partidos políticos y del órgano que vela por la transparencia en las elecciones, se reconformó la Suprema Corte de Justicia y se establecieron las figuras de acciones y controversias constitucionales para hacer realidad el contrapeso de los poderes establecidos en la Constitución Mexicana desde el 5 de febrero de 1917.

En la LIV Legislatura, entre otras reformas los legisladores panistas encabezados por Mauricio Kuri González apoyaron la creación de la Guardia Nacional, aún cuando sin que fuera militarizada, demostrando una vez ser oposición responsable. Por eso hoy que se pide el actual de una “oposición responsable” en lo local, se tiene la autoridad moral para así hacerlo, porque siempre hemos acompañado las mejores causas por el bien de los mexicanos y queretanos.

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