Uno de los bienes más preciados que tenemos los mexicanos es la libertad sustentada en la democracia para elegir a quienes nos gobiernan a nivel municipal, estatal y federal, mediante proceso electoral organizado por órganos autónomos que hoy por hoy, a pesar de los pesares son garantes que nuestro voto cuente se cuente bien, con padrón electoral confiable y en el que los ciudadanos participamos ya sea como funcionarios de casilla, representantes de partido o candidatos, u observadores electorales.
Todavía hasta 1976 era el gobierno, por conducto de la Secretaria de Gobernación, quien organizaba las elecciones y finalmente quien las calificaba era la Cámara de Diputados aprovechando la mayoría plena que tenía el gobernante en turno. Desde 1917 nuestra Constitución estableció la Junta Computadora Local y los Colegios Electorales como organismos encargados de organizar y calificar los procesos para elegir al Presidente de la República y los Miembros del Congreso de la Unión. En 1946 fue promulgada la Ley Federal Electoral y se crea la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, conformado por el Secretario de Gobernación y otro miembro del gabinete, un dioutado, un senador y representantes de los partidos políticos con mayor relevancia. Y se crean comisiones locales y un Consejo del Padrón Electoral.
Para 1951 se reforma la Ley Federal Electoral para que la Comisión Federal de Vigilancia Electoral pueda procesar la recepción de nuevos partidos y en 1973 Desaparece la Comisión y se crea la Comisión Federal Electoral.
Para 1977 se hace una gran Reforma Electoral y se expide la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales y se crean los legisladores de representación electoral. Para 1990 se da otro paso más al reformar y crear el Instituto Federal Electoral integrado por el Secretario de Gobernación y Consejeros Ciudadanos y se promulga el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales, así como se crea la credencial con fotografía.
En 1996 se realizó una nueva reforma, para establecer la ciudadanización del Instituto Federal a electoral, quedando fuera la representación directa de algún órgano del gobierno con voto, dándole plena autonomía presupuestal y de gestión desde el marco constitucional.
Para el año 2014 se da cauce a una Nueva Autoridad Electoral de Carácter Nacional y que es el Instituto Nacional Electoral y se establece el servicio profesional electoral y los consejeros de los estados son electos por el propio Instituto Nacional y no por los congresos estatales como se venía haciendo, lo mismo en el caso de los Tribunales Electorales Estatales por la mayoría calificada del Senado de la República.
Todo esto que ha tenido un recorrido de conquistas democráticas, tiene el riesgo de tener una regresión para que el padrón quede en manos de la Secretaria de Gobernación, para lo cual ya se ha aprobado el nuevo CURP a que será la cédula de identidad, la posible desaparición de los órganos electorales estatales y la compactación del Consejo General y restarle atribuciones por empleo en fiscalización y difusión de propaganda electoral para que sea una instancia ejecutiva quien la realiza.
Hoy nuestra democracia está en riesgo razón por la cual los ciudadanos, todos tenemos que unirnos y defender ese don preciado que tenemos y que se llama Libertad, sustentado en nuestra instituciones democráticas y levantemos la voz en unidad.