Santiago de Querétaro, fundada en 1531, lo hace en torno a lo que hoy conocemos como Río Querétaro, alimentado por los manantiales de la Cañada de Villa del Marqués y conocidos como “Los Socabones”, asentándose la ciudad para el lado sur, donde se encuentra nuestro casco histórico y asentaron los poderes del estado, porque es vital líquido para el asentamiento de las civilizaciones.
Ante la consolidación de nuestro casco histórico fue necesario la construcción de un acueducto para que los veneros de El Marqués, pudieran dotar de agua limpia a nuestra ciudad y fue por ello que se edificó un acueducto soportado por unos arcos y se construyeron una serie de fuentes en la ciudad para que los pobladores, que no tenían la posibilidad de tener acceso a un pozo artesanal de suministro del vital líquido, lo pudieran realizar en sus fuentes.
A principios de los años 60s, bajo la administración del gobernador Manuel González de Cosío, fue necesario incluso construir un gran tanque de distribución de agua en el lugar más alto cercano a la ciudad y al acueducto, por lo que se construyó lo que hoy conocemos como el Tanque del Agua y que se encuentra en el pico de lo que es la calzada Zaragoza y que también se construyó en esos años, junto con la apertura de la Avenida Corregidora, 16 de septiembre, o ampliación de la Calzada Ezequiel Montes.
Llegada la administración del gobernador Juventino Castro Sánchez, a fines de los años 60s y principios de los 70s, se construyó la red de drenaje y alcantarillado en nuestro centro histórico, así como se adoquinó todo lo que es el primer cuadro, por lo que el suministro de agua se optimizó y la calidad de vida de los habitantes mejoró.
Con el gobernador Rafael Camacho Guzmán, se dotó de infraestructura de agua potable, alcantarillado y urbanización a colonias como Casa Blanca, Lomas de Casa Blanca y Reforma Agraria, aprovechando en parte el apoyo que de la Federación se tuvo ante la llamada “abundancia del petróleo” y un crédito que el Banco Mundial le otorgó al Gobierno del Estado.
Durante el sexenio Burguista se generaron los sistemas de Chichimequilla y de El Vegil, para dar mayor voluntaria de agua proveniente de los pozos perforados en el Marquez y Huimilpan y se le concedió la administración del servicio al Ayuntamiento de San Juan del Río, para lo cual xonstituyó en 1992 la Junta de Agua Potable y Alcantarillado Municipal de San Juan del Río que le conoce como JAPAM, siendo este el único organismo operador municipal independiente de la Comisión Estatal del Agua.
Con el gobernador Ignacio Loyola se atendió principalmente el suministro del agua en la zona serrana con el sistema de El Chuveje y con el gobernador Paco Garrido se construyó el llamado Acueducto Dos para traer agua desde Cadereyta colindante con Zimapán, Hidalgo, y que dota de suministro de agua potable hoy por hoy por lo menos a la mitad de los pobladores de la zona metropolitana.
En virtud de la creciente necesidad de contar con este vital líquido y atender también al cuidado de nuestro medio ambiente, es loable el anuncio realizado a principios de semana por parte del gobernador Mauricio Kuri del Sistema “El Batán, Agua para todos” y que con tecnología de punta, probada en otros países, se estaría aprovechando el agua que hoy se va al Río Lerma Chapala, para tratarla y potabilizarla, y así prever nuestra sustentabilidad por lo menos los siguientes 50 años.
Un gran anuncio y una gran decisión, a la que estoy seguridad que la sociedad y las fuerzas políticas de entidad que si quiere la sustentabilidad, estarán apoyando, enhorabuena y reconozcámosla y apoyemos esa gran, pero gran decisión.