Jorge Gutiérrez de Velasco

El Patriotismo de a pie

06/08/2019 |07:11Jorge Gutiérrez de Velasco |
Redacción Querétaro
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Hablar hoy de valores a las generaciones recientes es sin lugar a dudas un gran reto; simplemente explicar la definición de valor puede meternos en un embrollo que ponga en jaque las propias convicciones de aquellas generaciones, que en principio, tuvimos más formación en este sentido.

Existen muy diversas definiciones de valor, considerando todas aquellas acepciones incluidas en el diccionario de la RAE, sin embargo los valores humanos, a quienes quiero hacer referencia este martes #DesdeCabina, tienen más que ver con aquellas características, cualidades y propiedades de una persona, que se consideran positivas o que poseen una gran importancia en su contexto. Los valores humanos son aquellos conceptos universales que influyen en el comportamiento esperado de las personas, y que se pueden hallar en todas las sociedades y culturas, respecto a lo que se considera correcto o incorrecto. Y es precisamente en esta última idea en la que quiero centrarme en esta ocasión.

Por otro lado si bien para algunas culturas no es considerado el patriotismo como un valor, para los fines de esta reflexión semanal, quisiera que me permitan elevarlo al rango de valor humano.

El patriotismo, según la RAE, se define como “amor a la patria”, o ese sentimiento y conducta propios del patriota y éste último es aquella persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien, según el mismo diccionario.

Hoy que la humanidad experimenta severas crisis de valores, y que las sociedades y países se esfuerzan por transmitir conductas pertinentes para la convivencia entre los seres humanos en congruencia con los retos que vive el planeta, es cuando más hace falta el patriotismo. Me explico. Alguien que dice amar a su patria y que procura todo su bien —un patriota pues— debería de involucrarse en las grandes de decisiones de su país, pero para no ir tan lejos, con que se involucre en los grandes decisiones de su comunidad es más que suficiente. Un patriota se informa de todo aquello en lo que tiene que participar en la escuela de sus hijos, paga sus impuestos, se compromete con su comunidad cuidándola, protegiendo las instalaciones e infraestructura publicas a qué tenga acceso; un patriota no es un súper héroe, simplemente es una persona que “ama y cuida a su país” no solo de palabra, sino principalmente con hechos.

Si fuéramos más patriotas verdaderamente nos ocuparíamos, no solo nos preocuparíamos, de lo que sucede con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de trabajo, con el transporte y la seguridad pública, con los hospitales, con las escuelas, con las universidades, con el cuidado del ambiente, con las decisiones de nuestros gobernantes —cuya decisión de que ellos sean funcionarios públicos de elección popular fue nuestra—. Si fuéramos patriotas y no simples “ciudadanos”, la corrupción se volvería un comportamiento por excepción y no de generalidad como lo es ahora, tan simple y cercano como eso.

México, al Igual que muchos países del mundo necesita de ciudadanos comprometidos, de personas que hagan lo correcto, lo mismo cuando son sujetos de escrutinio, que cuando no son observados; personas que estén dispuestas a hacer lo correcto por las instituciones, por las comunidades, personas que amen verdaderamente a su país y que procuren su bien a raja tabla por encima de cualquier tipo de interés; necesitamos un patriotismo de a pie que reconstruya a nuestra sociedad desde sus bases, la ciudadanía.

@Jorge_GVR

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