Dicen que las grandes historias se componen de pequeños momentos y, por fortuna, cuando estos momentos se acumulan a lo largo del tiempo, los resultados se convierten en el sutil andamiaje sobre el que la cadena de esfuerzos, la suma de voluntades llegan a construir épicas leyendas.
No pretendo con esta homérica introducción exagerar, en esta semana #DesdeCabina, con una descripción idílica o excesivamente romantizada de la evolución de una organización, cuya historia me toca atestiguar participando activamente —quizá ya me estoy haciendo más viejo y observador—, pero sí busco remarcar lo importante que es vivir conscientemente aquellos pasos, esos instantes que producen, acumuladamente, resultados dignos de celebrar y guardar en la memoria. Me explico.
Como servidor público, las responsabilidades se resumen en cumplir objetivos alineados a un programa estatal, ejerciendo presupuestos con eficiencia, eficacia y transparencia, sin embargo, en el ámbito de sus responsabilidades, cada funcionario, aporta según sus capacidades y experiencia.
También, en esa línea de tiempo uno se vuelve testigo y actor en algunas contadas oportunidades de momentos memorables, de instantes que dejan una marca, que se convierten reconociblemente en primeras veces, en instantes que se graban en la historia, y más valioso aún, en los corazones de las personas.
En el caso de la joven historia del Aeropuerto Internacional de Querétaro, me ha tocado recientemente ser testigo y artífice -por qué no decirlo- junto a mis compañeros en varias primeras veces de nuestro querido AIQ. Por ejemplo, el pasado 1o de octubre del presente año acumulamos, a lo largo de sus casi 19 años de vida, los primeros 10 millones de pasajeros transportados, desde que el aeropuerto inició sus operaciones un 28 de noviembre de 2004, se dice fácil, pero cabe hacer la puntualización de que la mitad de ellos, es decir los primeros 5 millones de pasajeros transportados acumulados, se alcanzaron el 31 de diciembre de 2018, 14 años después de iniciadas sus operaciones, y la segunda mitad alcanzada en octubre, se logró en 5 años (2019-2023), aún considerando que se atravesó una pandemia que puso en pausa a toda la industria de la aviación mundial.
Pero la vida de una organización no se integra solo por números y estadística plana, se integra igualmente de momentos, uno de ellos, el que le dió el carácter internacional a la instalación aeroportuaria, fue el primer vuelo internacional que despegó hacia el estado de Texas en la unión americana el 17 de marzo de 2005, a escasos cuatro meses de iniciadas sus operaciones en noviembre de 2004. Hoy el aeropuerto cuenta con seis destinos internacionales conectando con el vecino del norte.
Muchos han sido los hitos alcanzados en el AIQ, y seguro alcanzaremos muchos más, lo importante será mantener la consciencia del logro, la constancia del esfuerzo y la pasión por servir a nuestro país, conectando a Queretaro con el mundo. Vamos por mucho más.