Los mantos acuíferos, también conocidos como “agua subterránea”, tienen una función muy importante en nuestro planeta, pues nos brindan agua para consumo humano. La explotación de este recurso ocasiona la sequía permanente del manto. Actualmente se ha extraído una gran cantidad de agua y un alto número de contaminantes van a dar al subsuelo.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua en Querétaro (Conagua), existen 18 acuíferos en la entidad, de los cuales cinco están sobreexplotados, sobre todo los de la Zona Metropolitana

La sobreexplotación de los mantos acuíferos en el Valle de Querétaro ha ocasionado la subducción o hundimiento principalmente en los municipios de Querétaro y Corregidora. Las zonas en donde se ubican estos acuíferos son en los municipios de San Juan del Río, Querétaro, El Marqués y Tolimán; mientras que en la Sierra Gorda esta problemática no existe, ya que el aprovechamiento de estos almacenes naturales es menor.

El acuífero de San Juan del Río actualmente tiene una sobreexplotación de 127 millones de metros cúbicos, una situación que se ha ido agravando con el tiempo, ya que anteriormente esta cifra era de 117 millones de metros cúbicos anuales. El acuífero del Valle de Querétaro también presenta esta condición, con una sobreexplotación de 103 millones de metros cúbicos anuales. El acuífero de Tolimán presenta una sobreexplotación derivada de la sequía. Los otros dos acuíferos son: el ubicado en Buenavista en la delegación de Santa Rosa Jáuregui; y el de Amazcala, en El Marqués.

La subducción o hundimiento de la superficie, principalmente en los municipios de Querétaro y Corregidora, provoca que la pendiente del suelo entre Guanajuato y Querétaro se invierta. Antes, la pendiente de la superficie mantenía la inclinación del estado hacia Guanajuato; con la subducción, la pendiente de la superficie se revirtió de Guanajuato hacia Querétaro, factor que ha propiciado el aumento de inundaciones por las lluvias y el desabasto del vital líquido. Las precipitaciones para recargar los mantos acuíferos no están siendo suficientes en el municipio de Querétaro, aunado a que no estamos tratando el agua. Todo ese líquido se está desperdiciando y no está regresando al ciclo.

Como vemos, la ciudad de Querétaro tiene un problema de abastecimiento de agua, situación que se ha agravado en los últimos años. El acuífero del Valle de Querétaro estaba considerado entre los 102 acuíferos sobreutilizados del país, con un índice de sobreexplotación del orden de 1.53 metros cúbicos, es decir, se considera que un acuífero es sobreexplotado cuando la extracción es superior a la recarga en al menos un 10%.

Por otro lado, esta sobreexplotación de los mantos acuíferos del Valle de Querétaro genera desabastecimiento en la zona, por lo que es necesario traer agua de otros lados. Algunos datos indican que hace 40 años los mantos acuíferos se encontraban a 60 metros de profundidad, hoy se ubican a 200 metros de la superficie, todo esto como consecuencia del uso desmedido del recurso.

Ahora bien, aparte de la sobreexplotación de los mantos, también existe el problema de la contaminación. De acuerdo a un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México, hay una concentración de arsénico y fluoruro en el acuífero Lerma-Chapala, que se duplicó en los últimos 14 años, fenómeno que afecta a las aguas subterráneas de Querétaro, San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas, Durango y Sinaloa.

El estado de nuestros acuíferos es delicado. Aunque se ha mantenido el nivel de consumo, tenemos baja disponibilidad de agua en la región. Estos acuíferos han sido explotados por muchos años, situación que no puede continuar así, pues existe el riego de agotar el recurso.

Es necesario modificar las formas de consumo, mejorar la eficiencia en los usos doméstico y agrícola. De igual manera, debe incrementarse el tratamiento de aguas, cuya reutilización permitiría disponer de mayores volúmenes de agua con menor impacto a los acuíferos. Es decir, se debe tender hacia la sustentabilidad a mediano y largo plazo.

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