Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, inicia su defensa mediática a través de los medios de comunicación. Acusa de golpes bajos, cacería de brujas, catálogo de chismes, por irrumpir en el proceso electoral, que están muy preocupados por el resultado electoral y por la reforma electoral que seguramente se hará una vez que se gane la elección. Todo ello derivado de la denuncia anónima en su contra que fuera presentada en el Consejo de la Judicatura, por una serie de ilícitos que cometió durante su gestión. La magistrada en funciones, Elba Sánchez Pozos, adelantó que también presentará denuncia en contra del ministro en retiro por la comisión de una retahíla de conductas ilícitas cometidas por Zaldívar. Por lo pronto, el Consejo dio inicio a la investigación. El acusado se extrañó, dado que, argumentó injustificadamente: es la primera vez que se inicia un procedimiento en contra de un expresidente de la Corte.
El presidente López Obrador, confesó en una de sus mañaneras que, cuando Zaldívar era el presidente de la Suprema Corte, el Ejecutivo “respetuosamente intervenía en casos de alto perfil”. Vulneración evidente de la autonomía del Poder Judicial ¡Prueba insalvable en contra de Zaldívar! Por alguna razón ambos pretendieron extender el mandato del pensionado por 2 años más, violentando con ello la Constitución. Perdieron el juicio. Zaldívar debiera preparar su defensa y no esconderse en la mediatización y politización de la acusación que pesa en su contra; y aquella que le espera en la semana que inicia. Afirma que no podrán comprobar nada de lo que se le acusa. Bien sabe el pensionado que a todo el personal de la judicatura que presionó y benefició difícilmente hablará.
Zaldívar ya aprendió las políticas de los morenistas: negar y acusar a terceros. En este caso imputa a la presidenta Norma Piña, la autoría de su “cacería” ¿Qué le preocupa al exministro si el asunto a investigación es meramente administrativo? Claro, de llegar a probarse la cauda de delitos que le atribuyen, iría a parar a la Fiscalía General de la República, para perseguir al delincuente. Para eso faltaría mucho. Si está tan seguro de que ganarán las elecciones, menos debiera preocuparle. El temor radica en la denuncia que presentará la magistrada, seguramente ella sí aportará pruebas y tal vez sea alguna de las autoridades afectadas por Arturo Zaldívar. Por lo pronto, la candidata oficialista ya defiende a su asesor; calificó de “persecución política, una venganza”; Xóchitl Gálvez pide se separe de la campaña.
Analista legislativo. @HectorParraRgz