Muy poco se ha comentado sobre el procedimiento que llevan a cabo los senadores para seleccionar y nombrar a los magistrados de las salas electorales de los Estados de la República que tendrán elecciones estatales concurrentes el año próximo.

Y es que, de manera conjunta los mismos senadores están seleccionando a otros magistrados, aquellos que aplican la justicia electoral federal, de una de las Salas del Tribunal de Justicia Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Ya comparecen los aspirantes a magistrados ante la Comisión Especial de Senadores que evalúan a los candidatos. Me pregunto ¿Saben los senadores derecho electoral? ¿Y a ellos quién los evalúa? Cosas de la democracia, los legos evalúan a los doctos.

En tanto se lleva a cabo este procedimiento para someter en unos días más a consideración del Pleno la propuesta que realice la Junta de Coordinación Política del Senado; vamos, la cúpula de las fuerzas políticas de los políticos; en el mismo Senado se abre otro periodo extraordinario para aprobar el paquete de leyes en materia de hidrocarburos o energética; y simultáneamente los senadores analizarán los perfiles de quienes pretenden una plaza en los 17 tribunales electorales que próximamente se instalarán en igual número de Estados, entre otros en Querétaro.

¿Superlegisladores? ¡No hombre! Suprapoderes los que se asignaron con las nuevas reformas en materia electoral y todo, según ellos, para evitar el “manoseo” de los gobernadores de los estados; ahora el “manoseo” se fue al Senado de la República, allá se están haciendo las negociaciones para “escoger” a los mejores perfiles en materia de impartición de justicia en derecho electoral.

Aún recuerdo las palabras de un diputado local del PAN, cuando Francisco Garrido Patrón llegó a tener absoluto control en la legislatura, con 16 diputados de su partido, entonces se elegirían magistrados del Tribunal Superior de Justicia en el estado. Me preguntó ¿Tiene usted padrinos, licenciado? Le respondí: No. Categórico me contestó: ¡Para qué participa licenciado, si no va a quedar! Así de claro y transparente se maneja el proceso de selección de esos servidores públicos y así lo harán en el Senado de la República. Las reglas no escritas, no cambian, solo cambian los hombres.

En tanto todo esto sucede, los mismos senadores tienen en sus manos los expedientes de los 437 aspirantes a ocupar el cargo de magistrados electorales; en manos de unos cuantos está el destino de aquellos que pronto serán nombrados, antes de septiembre próximo sabremos el nombre de aquellos que conformarán el Tribunal o Sala Electoral, autónoma del Poder Judicial del Estado, por aquello de las “malas influencias” en la toma de decisiones al momento de emitir una sentencia que beneficie o perjudique a un partido político o algún candidato o fórmula en específico. Aquí también tengo guardados en la memoria algunos actos que hicieron cambiar la historia, gracias, decía entonces un magistrado, “a una magistratura bien cuidada”.

Analista legislativo

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