La semana pasada la presidente presumía la firma del convenio IMSS-Bienestar; en tanto que el director general del IMSS Zoé Robledo, apuntalaba el acto formal. Darían servicios de salud a la población que carece de los mismos. Más tardaron en suscribir el convenio en lo que surgieron los problemas con el personal del IMSS-Bienestar, dado que son empleados de los sistemas de salud de los estados; estos reclaman su basificación, al caer en la inseguridad e incertidumbre jurídica laboral, puesto que dejan de ser empleados de los gobiernos de los estados y pasan a formar parte del personal de la “nueva institución” de salud, misma que carece, aseguran los empleados -médicos, enfermeras y demás- de los insumos médicos y hospitalarios; ya lo advertían hace un par de semanas al requerir una centena de quirófanos y demás instrumentos e insumos médicos en los lugares donde radica la precariedad.
Solo cosméticos para resolver los problemas de fondo que sufre el sistema de salud en México, el cual se agudizó con la desaparición del Seguro Popular que, si bien era deficiente, ya había sentado sus bases e iba en franco crecimiento con la colaboración de los gobiernos de los estados, quienes, desde entonces prestaban sus instalaciones hospitalarias, médicos y demás insumos; además, los gobiernos locales aportaban partidas presupuestales para sufragar los gastos que se requerían. Con la llegada del Insabi, destruyeron todo lo que existía e iniciaron de cero, sin legislación ni convenios; luego vendría la crisis por la falta de medicamentos; catástrofe en el sistema de salud que sería igual o mejor que el de Dinamarca. De pronto no hubo servicios médicos ni medicamentos para 50 millones de mexicanos.
El Insabi resultó un fraude al presupuesto federal y un fracaso al sistema de salud universal. Sin darse por vencido el gobierno de López Obrador, ideó la nueva fórmula para resolver el problema que ellos provocaron: el IMSS-Bienestar. No es otra cosa que el mismo Seguro Popular que destruyeron. Así que, volver a empezar, a suscribir convenios con los estados para que en comodato o donen sus instalaciones y aporten todo el instrumental, así como el personal de los hospitales para brindar servicios de salud que ya prestaban, pero ¿Y los derechos laborales de los empleados y los insumos? Asunto inacabado que pronto le estalló el gobierno federal, de ahí el paro laboral y la exigencia de la basificación que dé certidumbre laboral al mutar de empleados estatales a federales y el pago de salarios.
Analista legislativo. @HectorParraRgz