El ministro Arturo Zaldivar Lelo De Larrea terminó subordinado al Presidente de la República. La Constitución establece como imperativo la división y separación de los Poderes, para evitar abusos de poder, logrando así el equilibrio entre ellos de acuerdo a la teoría del Estado. López Obrador, sin embargo, confesó en la mañanera que tenía contacto telefónico con el entonces presidente de la SCJN, para tratar asuntos de su interés. Lo cual representa una violación a la Constitución, subordinando un Poder a otro por medio de sus presidentes, entronándose la dependencia del presidente de la Corte al titular del Poder Ejecutivo ¡Inaudita confesión!

El presidente López reconocería que, desde la llegada de la ministra Norma Piña Hernández a la presidencia de la Corte, se terminó esa relación de subordinación, ya no trata los asuntos de interés del Poder Ejecutivo o, mejor dicho, del titular del Poder Ejecutivo. Bien por la ministra. A su vez criticó la independencia de la cual gozan los juzgadores para dictar sus resoluciones, acorde a la norma constitucional, lo que les permite dictar sus resoluciones a su antojo. Vaya desparpajo presidencial. Desconoce el principio de la autonomía e independencia de los impartidores de justicia, precisamente instaurado para evitar “manoseos” de terceros, precisamente como el que hacía López Obrador con Arturo Zaldivar, desvirtuando y destruyendo la equidad jurídica de las partes en litigio. Despropósito del Presidente de la República.

El titular del Poder Ejecutivo montó en colera dado que, uno de sus perseguidos políticos llevará el juicio penal en libertad y no en prisión. Culpó al magistrado por haber otorgado la libertad, que no significa absolver a Emilio Lozoya Austin; el exdirector de Pemex seguirá el juicio de Odebrecht y Nitrogenados en prisión domiciliaria. Otra más de las historias políticas de terror que ha expoliado políticamente el gobierno de la transformación sin poder probar la culpabilidad del acusado en 5 años de gobierno. El acuerdo de libertad emitido por el magistrado Juan Pedro Contreras Navarro, molestó e hizo confesar al presidente López el contubernio y abuso de poder que cometían de forma contumaz ambos presidentes en detrimento de la impartición de justicia. Este abuso fue deliberadamente criminal; lo otro, el acuerdo de prisión domiciliaria es simplemente un acto procesal en ejercicio de la libertad constitucional que tienen todos los juzgadores. Por ello Arturo Zalvidar se acogió a la protección presidencial.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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