Se la jugaron en la Cámara de Diputados. Ricardo Monreal, coordinador de las bancadas de Morena, PT y Verde, reconoció que la violación a las suspensiones en los juicios de amparo, no impidieron continuar con el trámite que, con carácter de urgente les ordenó López Obrador. Si acaso tendrán una pequeña sanción de una multa por violar esas suspensiones. Sabe que no serán destituidos del cargo a pesar de que es una de las consecuencias por no cumplir con las resoluciones de las autoridades judiciales del fuero federal, además de haber cometido un delito no serán procesados. Ello es una irrefutable demostración de lo que pretenden quienes hoy gozan y disfrutan del Poder, hacer lo que les place sin sufrir consecuencia alguna. Con sus afirmaciones reconoce que los jueces que otorgaron las suspensiones sí tienen la razón jurídica y otra cosa es que cumplan con la ley sin sufrir consecuencias, lo que no sucedería en un verdadero Estado de Derecho. Perdieron el respeto a la Constitución y a la autoridad judicial.
Durísimas las presiones del Poder político en contra de los 43 senadores de la oposición, intentan sobornar o amenazan para conseguir los votos -con uno más basta- para lograr la aprobación. Todo puede suceder en las próximas horas. Ya no importan los razonamientos, lo que importa son los votos al costo que sea. Los envalentonados morenistas afirman que es un mandato popular; por supuesto que también lo tiene la oposición, que es votar en contra. Salvo aquellos 2 perredistas que habiendo protestado como senadores del PRD de inmediato se aliaron a Morena, lo cual acortó el número de 3 a un solo voto para impedir cualquier aprobación de reforma a la Constitución. Sin la votación calificada de las 2/3as partes es imposible aprobar una sola reforma constitucional.
Habiendo aprobado la minuta con proyecto de decreto en la Cámara de Diputados, envalentonada la mayoría popular ficticia, no tienen la capacidad de lograr los consensos que, como supuesta mayoría y con razonamientos debieran alcanzar. Nada de eso, carecen de argumentos para convencer; simplemente actúan como “aplanadora” legislativa en contra de las minorías; “aplastan” los argumentos de la oposición y de millones de mexicanas y mexicanos que no están conformes ni con la reforma ni con las formas de legislar. Uno de los fatuos argumentos del grupo oficialista lo basan como “un regalo al Presidente” antes de que concluya su mandato. Apuran la destrucción de la autonomía y libertad en la impartición de justicia.
Analista legislativo. @HectorParraRgz