La enorme mayoría de los regímenes políticos en el mundo, abandonaron las prácticas de gobiernos socialistas o comunistas que van en contra de la naturaleza humana e inhibe el desarrollo. Países como China o Rusia, entraron al mundo del capitalismo. Así alcanzaron enorme desarrollo científico; la prosperidad social creció en proporción a las libertades humanas, no confundir con los derechos humanos. En este último aspecto, siguen siendo retrógrados. Gobiernos de países del tercer mundo como Corea del Norte, Cuba o Venezuela, han seguido las trasnochadas doctrinas del socialismo, en donde promueven que “todos sean iguales”; cayeron no solo en la pobreza colectiva de la población, también adoptaron legislaciones que reprimen tanto libertades como derechos humanos. Hoy reflejan atrasos y pobreza para la mayoría de la población; doctrinas socialistas que matan cualquier aspiración natural del ser humano. Solo la casta burocrática puede disfrutar de todo aquello que le prohíben a su pueblo.

Morena pretende asirse de esa doctrina que destruye y prostituye. Circula en redes sociales el proyecto de constitución que pretenden imponer en México, en caso de continuar con la cuarta transformación, bajo la supuesta política de: “primero los pobres”. Quitar lo que tienen o poseen todas y todos aquellos mexicanos que, tras años de esfuerzo y trabajo lograron para que, el “bondadoso” gobierno lo reparta entre los “pobres”. La nación se convierte en propietaria de todo. Los gobernantes disponen a su antojo de los bienes, libertades y vidas de los pobladores; el gobierno del supuesto “proletariado”, destruye las libertades e impone obligaciones; los derechos humanos son trastocados, bajo el supuesto beneficio de las mayorías. Destruyen las aspiraciones naturales del ser humano de competir para ser mejores.

Es así como el gobierno de la República, ha impulsado un sinfín de reformas para alcanzar su objetivo. Aquí algunos ejemplos. Que los militares cogobiernen para controlar a la población; que medicinas y atención médica solo sean proporcionadas por el gobierno; que el gobierno sea propietario de cualquier inmueble para otorgar la raquítica posesión a quién el decida; que salarios sean controlados por decreto; manipular los precios no en base a la oferta y la demanda; gobierno, asociado con la delincuencia para mantener el control, que no el orden; etcétera. Solo falta la entrega de tarjetas para acceder a los alimentos. El 2 de junio será la oportunidad para rechazar el régimen socialista.



Analista legislativo. @HectorParraRgz

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