El Presidente inicia la campaña de la mano de su candidata. El dirigente de Morena aseguró que el mitin en el Zócalo será en respaldo del presidente, luego entonces en segundo lugar seguirá la aspirante morenista. No será sorpresa. Tampoco el primer discurso que brinde la “corcholata” será sorpresa; simplemente propondrá su “segundo piso”, que no es otra cosa que la continuidad del desastre que dejará López Obrador. La línea discursiva que seguirá predominado será la del titular del Poder Ejecutivo y su aspirante no podrá salirse del guion que le escriba día a día el candidato presidente. Esa amalgama o simbiosis político-electoral jamás vista al transgredir sistemáticamente la ley sin hacer caso al desgastado INE por aquello de no respetar las sanciones que le ordenan a López Obrador: subordinarse al artículo 134 constitucional.

López Obrador arreciará su activismo político recorriendo el país sea para visitar obras o para reinaugurar las ya inauguradas como la del Tren Maya. Seguirá haciendo publicidad mediática de naturaleza electoral, a fin de cuentas, las propuestas de su candidata se basan en la simple continuidad de lo que ha hecho el presidente. Vamos, será una campaña conjunta. La morenista va sobre el referéndum presidencial, de ahí su excesiva confianza desde que fue nombrada por el mismo titular del Poder Ejecutivo; todo indica que no habrá sorpresas en sus propuestas, solo la continuidad.

Lo interesante de las propuestas vendrá por parte de la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez. La plataforma electoral que nos desvelará cómo pretende resolver no solo los problemas que dejará el gobierno de la transformación, también aquellos rezagos de años. Nada sencillo. Aunque, después de tantas campañas lo de menos es prometer, lo difícil es cumplir. Deberá arriesgar, ser objetiva y altamente propositiva. AMLO dejará endeudado al país; una sociedad dividida y ensangrentada; sin servicios dignos de salud; sin medicamentos que atiendan la salud universal, con una economía incapaz de soportar más cargas en dádivas disfrazadas de programas sociales; una decadente educación gratuita; cero seguridad y rampante impunidad; combatir una delincuencia cada vez más fuerte y extendida por toda la nación. Estos enunciados son algunos ejemplos de los graves problemas que dejará la cuarta transformación y que, la aspirante de la oposición deberá proponer el cómo resolverlos para ganar la confianza de los indecisos, esos que darán el triunfo o la derrota a cualquiera de las contendientes.

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