A 9 meses de la elección y a 6 para el inicio de las campañas constitucionales de la elección de junio de 2024, el Presidente de la República, continúa en ilegal y frenética campaña política en favor de su partido, de su movimiento y su candidato(a) desde la tribuna del Poder Ejecutivo Federal. El INE, las y los consejeros, literalmente pasmados por el caos electoral promovido con muchísima anticipación. Por más que sancionan a López Obrador para que no intervenga en la vida de los partidos políticos de oposición, hace caso omiso vulnerando los principios constitucionales de equidad, imparcialidad y legalidad previstos en el artículo 134. Perdió miedo a las sanciones de las autoridades electorales frente a la inocuidad de las penas administrativas.
Xóchitl Gálvez Ruíz, quien aspira a la candidatura de la Presidencia de la República, por parte del Frente Amplio por México, es sujeta a toda clase embates mediáticos desde la misma tribuna presidencial. AMLO no se cansa de denostar y vituperar a la senadora, quien, a su vez, cada pelotazo que le lanza AMLO, lo batea y convierte en “hom run”. Xóchitl lucha en contra del abusivo poder público, del poder presidencial que no está dispuesto a perder las elecciones del 2024, cometiendo, ya, toda clase de marrullerías.
Personal del INE en franco y peligroso problema al no poder imponer el orden constitucional y legal. Dejan hacer y dejan pasar para no meterse en dificultades con Andrés López Obrador, conocido hasta el cansancio por alevoso y rijoso. Eterno inconforme siempre que pierde una elección, incluso cuando llega a ganar tiene algo que lamentar. La amenaza institucional para el INE, reducirles el presupuesto para el año próximo, así que, es mejor guardar silencio y soportar la andanada de irregularidades cometidas desde la presidencia.
Entretanto, el Presidente de la República obliga a Xóchitl a subirse al “ring” a debatir, a defenderse de los infundios, de las calumnias y vituperios oficiales, que son lanzados bajo el cobijo del Poder, utilizando abusivamente recursos públicos desde la tribuna para destruir a la oposición que representa la coordinadora del Frente Amplio por México. Lucha ilegal, desigual y fuera de tiempo. AMLO no entiende ni entenderá que él ya no es jugador. Aun así, lleva 5 largos años de campaña mediática desde la Presidencia de la República, en contra de sus enemigos políticos, antes compañeros de partido. Su mayor obsesión: conservar el Poder político y económico del gobierno de los Estados Unidos Mexicanos.