No hay mayorías permanentes en la Cámara de Diputados. El jueves pasado quedó demostrado que Morena no es invencible al momento de sumar los votos, depende del interés de las bancadas y no de la voluntad de Mario Delgado, coordinador de la bancada morenista. En agosto pasado, el Presidente de la República dio indicaciones a su partido e hicieran campaña para la reducción de prerrogativas a partidos políticos. Ya antes el mandatario sugirió a los partidos que devolvieran parte del dinero de las prerrogativas: ni su partido le hizo caso. El dictamen estaba listo para reducir el 50% del monto de las prerrogativas, era el momento exacto que esperaban, 12 de diciembre, fecha en que festejan a la Virgen “Morena”; el partido esperaba la aprobación del dictamen con el apoyo de sus aliados. El martes 10, la secretaria general, en funciones de presidente, envió un apócrifo documento al secretario ejecutivo del INE, dándole a conocer que renunciaban al 75% del monto de las prerrogativas, que ascenderán a mil 240 millones 458 mil 596 pesos. Orquestaron la manipulación mediática esperando tener un triunfo político, toda vez que la sociedad en general no acepta los estratosféricos montos del dinero público en beneficio de la burocracia partidista. Así cumplían los deseos del Presidente de la República. Pero, ¡oh sorpresa! Al momento de la votación diputadil (donde siempre arrasan), la bancada de Morena no alcanzó los votos necesarios para la reforma constitucional. Varios de sus aliados vieron más por sus intereses e ignoraron el llamado presidencial. De tal suerte que no habrá recorte alguno hasta la siguiente legislatura, salvo que modifiquen la pretensión de dejar a unos partidos a punto de la extinción y a otros no, por aquello de la regla de la repartición conforme a la votación recibida. En cualquiera de los supuestos, Morena seguiría teniendo preeminencia sobre los otros partidos. Esta vez, sin que fuese un acuerdo, votaron en contra PT, Verde, PAN, PRI, MC y PRD. En tanto el PES, que no es partido político (solo bancada), respaldó la postura de Morena. No valieron argumentos para rebajar al 50% las prerrogativas.
Actualmente los partidos políticos acceden casi a 5 mil millones de pesos por medio de las prerrogativas y aumenta hasta en un 50% más, durante el año de elección presidencial y las que le acompañan; la elección en donde solo participan para diputados, reciben un 30% extra. En todos los casos los votos determinan a quién le corresponde más dinero, de ahí que durante 3 años, Morena estará recibiendo exorbitantes cantidades por los votos que obtuvieron en las pasadas elecciones. Por esa razón la preocupación del “chiquillerío”. Morena tiene un plus, el de la Presidencia de la República: aprovecha la influencia del mandatario quien siempre está en campaña, más el dinero que les representa el abusivo poderío presidencial. Se ha constatado en las movilizaciones que llevan a cabo en reuniones masivas; el enorme acarreo facilita transporte y alimentos, de lo cual carecen los opositores al gobierno. Esto ha quedado ampliamente fundamentado. El INE, aprobó para este año la cantidad de 4 mil 965 millones 828 mil 351 pesos. Para el año electoral de 2018, el monto fue de 6 mil 788 millones 900 mil 016 pesos. Este año Yeidckol Polevnsky se gastó mil 638 millones 333 mil 415 pesos, en tanto que el PES, al haber perdido el registro, no recibe un solo peso, por eso su alianza con Morena. ¡No es fácil renunciar a cientos de millones de pesos! Esta vez perdieron López Obrador y su partido.
Analista legislativo.@HectorParraRgz