Siguiendo la escuela de AMLO, Sheinbaum ha hecho de las mañaneras el foro donde gestionar la política exterior de Morena, no la del país: promueve intereses personales y grupales -AMLO y Morena-, y sus prejuicios ideológicos, filias y fobias, etc. No ha entendido aún qué implica ser presidente de México e imprudentemente ha suplantando la diplomacia experta de los cancilleres y embajadores, por el radicalismo de sus asesores.

Es irrefutable que Andrés Manuel —por conveniencia— sometió la política exterior mexicana a los intereses del socialismo del siglo XXI que impulsan Cuba, Venezuela, Bolivia, Brasil y Nicaragua, a través del Foro de Sao Paulo; que sustituyó la diplomacia de la Cancillería por sus ocurrencias y prejuicios —y ahora los de Sheinbaum en las mañaneras—; que su ideología marxista ha dañado nuestros vínculos con otras naciones —distanciamiento de España, Ecuador y Argentina—, y agudizado la crisis con Estados Unidos.

El pecado de Sheinbaum ha sido no solo pretender movilizar la protesta de los mexicanos aquí y en los Estados Unidos —denunciado por Kristi Noem, secretaria de Seguridad de los Estados Unidos—, sino permitir que los morenistas y su populista narrativa antiyanqui tomen decisiones en política exterior, contribuyendo a empeorar la relación: las protestas convocadas por Morena en el país, entre ellas la de senadores frente a la embajada de los Estados Unidos, organizada por Guadalupe Chavira —suplente de Ernestina Godoy en el Senado—, cancelada a tiempo.

Adicionalmente, el apoyo del presidente del Senado, el porro morenista Gerardo Fernández Noroña, a las protestas de mexicanos en Estados Unidos, como su burla del senador republicano Eric Schmitt, por proponer elevar el impuesto a las remesas de los mexicanos; y el mensaje en X de la asesora morenista en Jalisco, Melissa Cornejo, atizaron la sensibilidad estadounidense.

Morena ha sustituido a la Cancillería en la gestión de los intereses nacionales en el exterior, especialmente para defender a algunos de sus miembros que pueden ser reclamados por EU, por tener vínculos con los cárteles.

Según el análisis de Ana María Salazar, exsubsecretaria Adjunta de Defensa para Política y Apoyo Antidrogas del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, México ha pasado de “Vecino distante” a “enemigo en puerta”; pues, “está dejando ser un país aliado y socio comercial, a ser un país antagónico y posiblemente peligroso para los Estados Unidos” desde que Trump firmó la orden ejecutiva que considera organizaciones terroristas a cinco cárteles mexicanos. Desde la óptica de Trump, dice Salazar, México, sus autoridades, parte de la clase política y la población son “enemigos en puerta”. Y, “ahora la prioridad parecería ser control, contención, presión diplomática, militar y sometimiento.”

Sheinbaum, como AMLO, no ha dejado de violar los principios de la Doctrina Estrada: mientras condena el resultado de la Misión de Observación Electoral de la OEA, durante la elección de juzgadores, exige a España disculpas por lo acontecido hace 5 siglos ¿Se disculpará Sheinbaum con los mexicanos por la masacre cometida durante la cristiada?; intervino en la elección de Ecuador apoyando a la candidata perdedora, la correísta Luisa González; y, ahora, defiende a Cristina Kirchner, encontrada culpable de corrupción por la Corte Argentina.

Además de dejar de hacer política exterior en las mañaneras, respetar la Doctrina Estrada y devolver su papel a la Cancillería, Sheinbaum debe preparar su encuentro con Trump en el G7, ya que, directamente, o a través de Marco Rubio, podría exigirle la entrega de corruptos y narcopolíticos de su partido, o aprovechar temas como la acusación de Kristi Noem; las deportaciones de mexicanos en EU; la imposición de aranceles; la revisión de TMEC; o, el combate a los cárteles. Con EU la agenda debe ser defender los intereses de México, no los de AMLO y Morena.

Periodista y maestro en seguridad nacional

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