La incompetencia del castrismo para generar riqueza hace de la dictadura cubana un gobierno dependiente. Históricamente lo fue de la ex URSS —hasta la caída del muro— y ahora lo es de los gobiernos latinoamericanos afiliados al Foro de Sao Paulo —principalmente de México—, gracias a lo cual se ha impedido la caída de esa narcodictadura.
Con toda la opacidad que les es posible —y con su característica doble moral— Andrés Manuel, la 4t y los morenistas han enviado ayuda a la dictadura castrista para resolver su permanente desabasto; quizás por miedo al gobierno de Trump o por la desaprobación nacional ante su incongruencia: lo que niegan a los mexicanos lo entregan a la dictadura.
Sí hay un problema humanitario, pero es causado por el fanatismo ideológico de la corrupta élite castrista, la cual se niega a introducir cambios que reconozcan derechos y libertades de los cubanos, les permitan desarrollar su potencial productivo, comercializar sus bienes y servicios para tener ingresos que les permitan resolver sus necesidades y vivir con dignidad. Díaz-Canel y secuaces prefieren ver esclavizados, dependientes y muertos de hambre a sus ciudadanos, antes que traicionar con el revisionismo crítico a su fallida y empobrecedora ideología.
Nadie sabe realmente por qué hay personas tan silvestres, acríticas y obsesionadas con hacer del castrismo el modelo de gobierno en Latinoamerica, cuando les caracteriza su profesionalismo para empobrecer poblaciones: Cuba, Nicaragua, Bolivia, Argentina, Venezuela, etc. El negocio de las élites cubanas es tan redituable que el Miami Herald informó que tiene más de 18 mil millones de dólares depositados en bancos extranjeros, mientras su población muere de hambre.
Quizás el compromiso de los morenistas con su meca ideológica los ha llevado a pagarles “regalías” por la asesoría política dan a la 4t. Los morenistas han preferido dejar a los mexicanos sin gasolinas, medicinas y otros recursos, por financiar a la isla. El monto de los envíos en este año es muy cercano al que anualmente reciben gobiernos estatales de menores ingresos del país, por lo que la isla ya recibe el trato económico —con aun más beneficios— de estado 33.
En 2025 México ha pagado 2 mil millones de pesos por espías y dizque médicos cubanos —a diferencia de los médicos mexicanos que requieren título para ejercer la profesión, los cubanos no cubren este requisito; adicionalmente, ganan más que los médicos mexicanos; y no existen reportes de sus actividades—; se les han enviado cerca de 16 mil millones de pesos en petróleo y gasolinas; se les han impreso los libros de adoctrinamiento ideológico para primaria; enviado alimentos y materiales de construcción; pagado becas para estudiantes de medicina mexicanos que van a prepararse como curanderos; comprado grandes cantidades de “medicinas y vacunas” carentes de certificación internacional y nacional (mientras la isla padece el 70% de desabasto de medicamentos).
En tanto en México los ciudadanos padecían desabasto de gasolina y los enfermos de cáncer postergan sus tratamientos porque el equipo de radiación del Centro Médico Nacional Siglo XXI no sirve —vaya usted a saber cuándo servirá—, concluimos: el humanitarismo morenista no aplica a México.
Aquí los morenistas desaparecieron instituciones productivas dizque por su alto costo —el presupuesto del Inai, en 2024, era de 1,168 millones de pesos; del Coneval, de 411.26 millones de pesos; de la Cofece, 734 millones de pesos; del IFT, de 1,168 millones de pesos; de la CRE, 285 millones de pesos; y, de la CNH, de 285.5 millones de pesos—, pero la dictadura cubana recibió más dinero que todas las instituciones desaparecidas juntas, y a los presupuestos del estado de Colima; y casi al asignado a los estados de Tlaxcala y Baja California Sur.
De forma impune, el gobierno autoritario y populista de Sheinbaum sigue donando recursos de los mexicanos al dictador cubano y no al pueblo de Cuba.
Periodista y maestro en seguridad nacional