La doble moral y el mensaje maniqueo inaugurado por Andrés Manuel ha permeado la estructura de Morena y lo ha hecho suyo Claudia Sheinbaum cuando en la propaganda del VII Informe de Gobierno, dice: “El sello de la 4t es la justicia social. El dinero que antes se robaban hoy llega directo al 82% de las familias...” Acusan al pasado de corrupto, pero en sólo 7 años han roto todos los referentes de corrupción en la historia del país.
Solo la Auditoría Superior de la Federación ASF, dependiente de la Cámara de Diputados, controlada por Morena, encontró desvíos o irregularidades en los siguientes casos:
Desvíos en compras de alimentos y contratos irregulares en Segalmex (Seguridad Alimentaria Mexicana), por un monto estimado de 15 mil millones de pesos; contratos sobrevalorados y opacidad en proyectos como Dos Bocas (Pemex), por 10 mil mdp; pagos a proveedores fantasmas y sobreprecios en medicamentos en el IMSS Bienestar por 5,200 mdp; adjudicaciones directas irregulares y sobrecostos en el Tren Maya, por 3 mil mdp; becas a beneficiarios inexistentes y desvíos en insumos en el Programa Sembrando Vida, por 900 mdp; pagos dobles a fallecidos y centros de trabajo no verificados en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, por 263 mdp (este programa invirtió 134,645 mdp en total sin lograr inserción laboral plena en muchos casos); sobrecostos y contratos sin licitación en la Refinería Dos Bocas, por 2,500 mdp; uso discrecional y negocios con exdirectores en el Fonden (Fondo de Desastres Naturales), por 1,200 mdp. Y contando…
Estos casos son apenas una fracción de los 303,544 mdp totales en irregularidades federales reportados por la ASF, en el periodo 2019-2023, algunos de los cuales están sujetos a aclaración.
En el periodo 2018-2024, la UIF presentó 1,500 denuncias por lavado y corrupción -100 de ellas de alto perfil- y congeló cuentas por 23 mil mdp, aunque no faltó quien señalara “selectividad política”. Estudios independientes estiman que la corrupción costó 5% del PIB anual (1.2 billones de pesos en 2024), o del 8 al 10% del presupuesto federal. ¡Vaya escándalo!
En 2024 (AMLO), Transparencia Internacional otorgó a México el peor puntaje histórico, lugar 140 de 180; en 2018 (Peña Nieto), el lugar 138/180; y en 2012 (Calderón) la posición 105/180. Esto indica que el sexenio de AMLO es percibido como más corrupto. ¡Vaya vergüenza!
La joya de la corona: el pasado 3 de octubre el diario oficial, La Jornada, publicó en su portada que la procuradora Fiscal de la Federación informó que apenas 16 mil mdp de los 600 mil mdp en que se calcula la evasión fiscal del llamado Huachicol fiscal, están bajo investigación por denuncias. Lo que no aclara la procuradora es si sólo es la detectada en buques o si también incluye la llevada a cabo en pipas y trenes.
A eso habrá que agregar el monto de impuestos evadido por el llamado huachi diésel, así como el monto de las ganancias brutas por la venta de combustibles que por huachicol y huachi diésel logró la alianza morenistas, narcos y empresarios.
¿Quién pagará: los 28 mil barriles de petróleo diariamente regalados a la dictadura cubana, hasta que Marco Rubio ordenó detener los envíos —más de 28 mil millones de pesos—; los 300 mil millones de pesos que se pagaron por el aeropuerto de Texcoco, que no se realizó; los 442 millones que Omar Fayad —hoy embajador de México en Noruega— adjudicó de manera directa a empresas fantasma en Hidalgo?
Y, ¿quién pagará las irregularidades de Alejandro Murat, en Oaxaca, por 6 mil millones de pesos; o los 13.8 millones de pesos de diezmo que Delfina Gómez cobró a los trabajadores del municipio de Texcoco (y que fue premiada con un castigo de apenas 4.5 mdp); o el dinero ilegal recibido —antes de las elecciones— por Layda Sansores en 2021 “para gestiones en favor del pueblo”?
La impunidad de los corruptos siempre la hemos pagado los mexicanos. Es hora de que los deshonestos morenistas devuelvan lo robado.
Periodista y maestro en seguridad nacional