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La represión gubernamental a la ciudadanía ha dejado cicatrices históricas: 2 de octubre de 1968, 10 de junio de 1971; y ahora, 15 de noviembre cuando Claudia Sheinbaum reprimió violentamente a participantes en la manifestación —paradójicamente contra la violencia— convocada por jóvenes de la Generación Z (Gen Z). La brutalidad de los granaderos contrasta con los abrazos a la delincuencia organizada de su mentor.
Mientras AMLO homenajeaba a militares que mansamente se dejaron desarmar, golpear, insultar, amarrar, humillar y corretear por narco delincuentes —del pueblo bueno— cumpliendo su orden de no tocar a esos mismos que —al final de su sexenio— habían asesinado y desaparecido a más de 250 mil mexicanos.
Cómo olvidar los videos grabados por ciudadanos en retenes militares donde estos dejaban pasar convoyes de bestias (vehículos blindados y artillados artesanalmente por los cárteles) sin ser molestados, por instrucciones presidenciales.
El gobierno de la impunidad criminal contrasta con el gobierno represor del pasado sábado. Con AMLO nunca se vio a un militar o a un policía insultar, golpear o gasear a un narcotraficante, como los granaderos lo hicieron con jóvenes, mujeres, ancianos y niños por el delito de ejercer con su familia el derecho a protestar contra la violencia. La autojustificación del exceso fue un video en el que integrantes del Bloque Negro —porros de la 4t— golpean salvajemente a un granadero. Lo notorio fue que omitió exhibir decenas de golpizas contra mujeres, adultos mayores y adolescentes protagonizadas por granaderos.
Qué razón tuvieron las mantas de algunos marchistas que decían: “Con los ciudadanos cabrones, con los narcos maricones”; o la consigna: “Sheinbaum defiende a puro delincuente”.
El talante autoritario e intolerante de Sheinbaum, manchó su mandato con una nueva fecha negra, 15 de noviembre de 2025, día del halconazo de la izquierda populista, con lo que su gobierno se asemeja a los de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
La gran duda es ¿cuántos de los integrantes del Bloque Negro fueron detenidos, y a cuántos más se detendrá? Lo más seguro es que a pocos, a quienes a través de una campaña de medios se les soltará para que sigan trabajando al servicio de la 4t.
La institucionalización de la represión la hicieron gobiernos de izquierda, que superan en víctimas a la de los regímenes militares. En Latinoamérica, la dictadura cubana hizo escuela con los Comités de Defensa de la Revolución, integrada por civiles encargados de detectar, delatar y reprimir a inconformes con el régimen —en barrios, escuelas o lugares de trabajo o en manifestaciones—, ya sea quitándoles el empleo (el gobierno cubano es el único patrón en la isla), lo que significa perder ingresos para la familia, o metiéndolos a la cárcel.
También lo fueron los llamados globalifóbicos, que convocaban a izquierdistas de diversos países a sabotear eventos globalizadores. Pero las formas más violentas las instituyó el chavismo, en Venezuela. A través de los “colectivos” siembran terror: llegan en motocicletas, con vestimenta oscura y rostros cubiertos; con pistolas y rifles de asalto matan manifestantes, como parte de su servicio al régimen.
En México, el Bloque Negro se aproxima a la versión paramilitar de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación: aparecen en manifestaciones y protestas opositoras, vestidos de negro, con bombas molotov, martillos, barretas, petardos, etc., para golpear, destruir, robar y chocar con la policía, con lo que cumplen su objetivo de dispersar a los manifestantes y deslegitimar sus causas.
En la maniquea doble moral de Morena, ellos son los buenos y quienes piensan diferente, los malos, la ultraderecha, todos los que critican o se oponen.
Después del pasado 15 de noviembre, Sheinbaum ya tiene un lugar en la historia, pero no por su buen gobierno, sino por su soberbia e intolerancia. La reciente manifestación será recordada como su Halconazo.
Maestro en seguridad nacional
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