El actual gobierno que se dice democrático, de izquierda y humanista nos está arrebatando de manera sigilosa y continua, engañando y mintiendo, nuestros derechos humanos y la gran mayoría de los mexicanos ni cuenta se han dado.

Ejemplo de lo anterior es lo ocurrido con la fraudulenta elección popular de jueces, magistrados y ministros de la SCJN. Nos quitaron —sin señalarlo, sin que nos diéramos cuenta la gran mayoría, y a todos los mexicanos— el derecho humano de ser juzgados —en caso de ser necesario— “por un juez, competente, independiente e imparcial” (artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos), comprometido solo con la justicia, con el estado de derecho y no con un gobierno o un partido político. Los Principios Básicos de la ONU y relativos a la independencia del Poder Judicial señalan que para ser juez las personas deben ser: “personas integras e idóneas y tener la formación o las calificaciones jurídicas apropiadas”.

Derecho humano y Principios que a todas luces no se respetaron en la pasada elección en la que todos fuimos testigos de cómo se decidió elegir a jueces, magistrados y ministros mediante el voto popular, de cómo se manipuló la selección de candidatos a los distintos cargos y también como se operó políticamente para que ganaran los que el régimen quiso.

Si lo anterior es grave, es más grave aún que millones de mexicanos no sabían que tenían un derecho humano que se les estaba pisoteando y nunca se imaginaron las terribles consecuencias que esto traerá a todo el país en el mediano y largo plazo. Es por ello, por ignorancia, que no defendieron su derecho, sino todo lo contrario, una mayoría ignorante hasta aplaudió el que se los pisotearan (la mayoría se tragó el cuento del denominado “Plan C” del oficialismo).

Otro ejemplo lo tenemos en el caso del paro de la CNTE. Los medios de comunicación y los ciudadanos en su mayoría se quejan de los inconvenientes de los plantones y bloqueos realizados por los supuestos maestros de la CNTE, sin siquiera mencionar que dicho paro lesiona gravemente el derecho humano a la educación, al desarrollo pleno y al límite de sus capacidades de 1 millón 200 mil niñas y niños que además de vivir en condiciones de pobreza, tienen la desgracia de tener a un “parista incompetente” como su maestro. A esos niños los están condenando a sobrevivir en esas condiciones de pobreza toda su vida.

Es por ello que me propongo, estimado lector, abordar en las próximas semanas el tema de qué son y cuáles son nuestros derechos humanos. Por qué considero que es fundamental promoverlos y defenderlos, y desde luego también cómo hacerlo. Espero que “la serie de artículos” despierte tu interés en conocer tus derechos y la convicción de defenderlos antes de que nos sean arrebatados.

Fuente de los Deseos: Ojalá que a los mexicanos nos interese conocer, defender y promover nuestros derechos humanos antes de que nos sean arrebatados. Por el bien de todos: ¡ojalá!

Exsenador. @gtamborrelmx

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