Ante la insuficiencia del poder adquisitivo de lo que pudiésemos definir como el ingreso mínimo mensual familiar, es justo y conveniente para todos que la sociedad, y a través de los programas sociales del gobierno, apoye a las familias con el dinero faltante para que entonces todas ellas puedan llevar una vida digna. Con ello todo el país se beneficiará.

Recordemos que el ingreso digno de una familia promedio en México y que consiste en papá, mamá y dos hijos asciende a la cantidad de 26,800 pesos mensuales, de acuerdo con lo señalado por una serie de organizaciones expertas en el tema y entre las que se encuentran: El Cemefi, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, No Más Pobreza, Tec de Monterrey.

Lo anterior implica que cada una de las personas que trabajan debiera recibir un ingreso mínimo mensual libre de 13,400 —hoy este es de 8,364—. Desgraciadamente 50% de los trabajadores en el IMSS reciben un ingreso menor al ingreso digno, y ya no digamos el grueso de las y los trabajadores informales y que son más de la mitad de los trabajadores totales en el país. Es por ello que los programas sociales que contribuyen a que las familias vivan dignamente son tan necesarios e importantes.

También es justo y muy conveniente para todos que los menores de edad de esas familias que hoy requieren ser apoyadas, reciban una educación de calidad que sí les brinde las herramientas necesarias para construirse un futuro mejor y una vida digna y feliz. Una educación que el día de mañana les permita acceder a un trabajo que les brinde un ingreso por encima del ingreso digno mensual y romper así el círculo perverso de la pobreza. Además, y si somos realistas la pensión que pudiese recibir un trabajador promedio no le será suficiente, aun y cuando se determine que la pensión mínima equivaldrá al salario promedio del IMSS. Peor aún, cuando se trate de personas que trabajan en la economía informal, ellas simplemente no tendrán pensión y entonces tendrán que ser sus hijos quienes asuman la responsabilidad. En pocas palabras, ello implica que los menores de edad de hoy tendrán que sostener a su familia y a sus padres el día de mañana. De ahí la importancia de que cuenten con una educación de calidad. Educación que hoy no están recibiendo, según múltiples expertos.

Es por lo anterior que se vuelve imprescindible que además de exigir transparencia y honestidad política en el manejo de los programas sociales, exigir un golpe de timón en la educación pública. Ya basta de considerar al magisterio como un botín electoral que además se convierte en promotor del voto en favor del partido en el gobierno. ¡YA BASTA!

Fuente de los Deseos: Ojalá exijamos transparencia y honestidad en el manejo de los programas sociales, ojalá todos contribuyamos a difundir la verdad en cuanto a que los programas sociales se pagan con el dinero de los impuestos de todos los mexicanos y que estos no son una dádiva del gobernante. Ojalá sepamos exigir un cambio radical en el concepto más profundo de lo que es y para qué es la educación pública.

Exsenador de la República.

@gtamborrelmx

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