Guillermo Tamborrel

¿Por qué tal o cual candidato?

Ojalá todos comprendamos que México y su historia nos obligan a votar informados, sin corajes ni resentimientos, sin miedos y sin intereses personales.

25/06/2018 |05:01Guillermo Tamborrel |
Redacción Querétaro
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Te invito a escribir los argumentos por los cuales votarás por tal o cual candidato a la Presidencia de la República, y en sí por todos los cargos de elección popular. La decisión democrática que tomaremos millones de mexicanos tendrá largas y serias repercusiones, por ello es imprescindible tomar la mejor decisión. Para que sea la decisión correcta, deberemos dejar atrás filias, fobias, corajes y resentimientos y tener la mayor información y reflexión posibles. Y lo que es indispensable: escuchar y valorar los puntos de vista de quienes en principio parecen nuestras contrapartes.

Escribir los argumentos de tu voto no sólo te ayudará a tomar una mejor decisión: el escrito, a futuro, también te ayudará a evaluar el desempeño del candidato elegido ya como servidor público. El escrito te permitirá ver si el elegido cumple o no y en qué grado lo hace. El escrito, por lo tanto, te servirá como una herramienta para evaluar a los gobernantes electos y, según el caso, para premiarlos con la reelección o castigarlos “con la derrota electoral en la siguiente elección” (estoy convencido de que uno de los principales problemas de México es lo que pudiéramos definir como la “impunidad electoral”. Finalmente un voto es como un contrato en el que el candidato recibe un apoyo, un voto y un cargo a cambio de implementar una serie de medidas y políticas públicas —léase sus promesas de campaña—; por tanto, si no cumple deberá ser sancionado y despedido).

Es cierto que México enfrenta problemas importantes y dolorosos que debemos vencer entre todos, y también es cierto que gozamos de muchas cosas buenas —elegir democráticamente a nuestros gobernantes es una; quejarnos y manifestarnos en contra de los distintos gobiernos y la libertad de expresión son otras—. Tenemos mucho que ganar y también mucho que perder, sobre todo la oportunidad de crecer como país y como familias. Recuerda que tenemos el derecho a soñar y también la obligación de cuidar lo que nuestros padres y los padres de nuestros padres nos legaron. El México de hoy, con sus cualidades y defectos, se alcanzó con mucho esfuerzo y hasta con el sacrificio de vidas, por ello es que no podemos tomar una decisión a la ligera.

Te invito a que la ira, el coraje y el miedo no cieguen tu mente y corazón. Te invito a conocer las trayectorias de los candidatos, a conocer los resultados que ya ofrecieron, y lo más importante: ¿han sido congruentes entre lo que piensan, dicen y hacen? ¿Su nivel de vida corresponde a sus ingresos formales y declarados?

Te invito a que te informes y evalúes las propuestas de campaña y su viabilidad. Recuerda que los candidatos con tal de ganarse tu voto son capaces de prometer un mundo maravilloso pero inexistente; son capaces de decir aquello que tú quieres escuchar; son perfectamente capaces de manipular tus sentimientos, tus filias y tus fobias para entonces hacerse ver como la solución a todos tus problemas, hacerse ver como el camino que te conducirá a conseguir tus sueños.

Finalmente te pido que votes pensando en lo mejor para México, que votes favoreciendo el equilibrio de poderes. En mi caso trataré de votar por cargos ejecutivos de un partido (Presidente de la República, alcaldes) y legisladores de otro, ya que creo que cuando hay pesos y contrapesos y se obliga a la consideración de otros puntos de vista y a la negociación política se avanza con mayor contundencia. México debe y puede ser incluyente.

Fuente de los deseos. Ojalá todos comprendamos que México y su historia nos obligan a votar informados, sin corajes ni resentimientos, sin miedos y sin intereses personales. Ojalá seamos capaces de escuchar y valorar las opiniones de quienes piensan diferente. Ojalá votemos conscientes de la trascendencia de cada voto; ojalá lo hagamos pensando sólo en el futuro de México; es decir, mirando con esperanza el futuro y no castigando el pasado.

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