Engañando al pueblo de México el entonces presidente López Obrador propuso la denominada “reforma al Poder Juridicial”. Aseveró que era necesaria para acabar con una serie de males como la corrupción y la impunidad. Males que desaparecerían por arte de magia cuando fuese el pueblo el que eligiera libremente a ministros, magistrados y jueces.

La realidad es que si bien es necesaria una reforma al Poder Judicial, la propuesta por López Obrador y aprobada de manera fraudulenta y sucia por los legisladores de Morena y sus paleros ni va a resolver los problemas del Poder Judicial ni los ministros, magistrados y jueces serán elegidos libremente por el pueblo. El expresidente nos engañó a todos.

Expertos en el tema han señalado que el Poder Judicial funciona cuando no se politiza, cuando existe y se respeta la llamada “carrera judicial”, cuando los cargos se obtienen por concurso demostrando capacidad y conocimiento jurídico, y no mediante elecciones populares. Así el expresidente nos engañó a todos.

La reforma pésimamente planteada y peor ejecutada también engaña al pueblo que cree elegirá a los funcionarios mencionados, ya que para empezar, y salvo honrosas excepciones, los aspirantes que aparecerán en las boletas fueron preseleccionados por Morena, y desgraciadamente incluyeron a algunos integrantes del crimen organizado tal y como algunos legisladores morenistas ya lo confesaron.

Para colmo y para facilitar el que las y los candidatos que el oficialismo ya predeterminó como los ganadores alcancen el triunfo electoral, se les está apoyando con un descarado proselitismo realizado por funcionarios públicos —lo que es ilegal—, también mediante la amenaza con el retiro de los programas sociales si no se vota por el candidato señalado —extorsión—, además las boletas que no se utilicen no se cancelarán, tampoco habrá conteo en las casillas y por lo tanto tampoco habrá actas de resultados. El conteo lo harán consejeros distritales del INE y para ello dispondrán de hasta 12 días, tiempo en el que “los promotores y defensores” de la reforma al Poder Judicial podrán rellenar las urnas como quieran… y los ciudadanos no tendremos la forma de impedirlo ni de probarlo.

Las consecuencias de la pésima reforma al Poder Judicial no las podemos ni imaginar, pero lo que sí sabemos es que todos saldremos dañados y los más perjudicados serán los más vulnerables.

Tengamos presente que es un derecho humano vivir en democracia y que para ello debe existir una real división de poderes. Con la reforma aprobada se acabó con la autonomía del Poder Judicial, se acabó con el equilibrio de poderes y con él la verdadera y plena democracia.

No olvidemos que la reforma al Poder Judicial nació, no por el deseo de que los mexicanos alcanzáramos una verdadera justicia pronta y expedita, sino por una venganza del expresidente para con la Suprema Corte de Justicia de la Nación por no someterse a sus caprichos.

Post Data: Yo no voy a votar el próximo domingo, no voy a avalar una venganza que dará un golpe terrible a la democracia.

Exsenador de la República.

@gtamborrelmx

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