Un ingreso digno es aquel que le permite a la persona y a su familia vivir dignamente. Es el ingreso que le permite a la familia alcanzar a cubrir los mínimos indispensables en rubros tan importantes como alimentación nutritiva, higiene personal, los requerimientos de salud que las instituciones no están otorgando, los accesorios necesarios para la educación, transporte, vivienda —hipoteca—, conectividad, entretenimiento —tv—, etc.

Acorde a un colectivo de instituciones de diversa índole (entre ellas: Tec de Monterrey, Coparmex, Cemefi, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, No Mas Pobreza, USEM) que han estudiado el tema señalan que el ingreso digno para una familia urbana de cuatro integrantes: papá, mamá y dos hijos, ronda en promedio los $ 26,800 mensuales para la zona urbana. Cantidad que desde luego tendría que determinarse para cada ciudad y entorno.

Ingreso digno que lamentablemente millones de familias en México no alcanzan. La realidad es que, cuando se trata de trabajadores en la formalidad, peor aún cuando se trata de trabajadores informales, el salario mínimo mensual es de $ 8,364 y considerando que son dos las personas que trabajan (papa y mama) tenemos que el ingreso mínimo familiar es de $ 16,728. Lo que equivale a solo el 62% del ingreso digno. La brecha —$10,000 mensuales— provoca que millones de familias no gocen de sus derechos humanos como debiera ser y por tanto no se desarrollen de manera ni siquiera adecuada, provocando con ello una serie de resentimientos que finalmente llevan a una polarización social que acaba lesionando a toda la sociedad.

Sí, es importante concientizar que dicha limitación en el goce de derechos humanos ha resultado sumamente perjudicial tanto para quien la padece como también para la comunidad en su conjunto. Un ejemplo de ello es la violencia exacerbada que estamos viviendo ya que, desde mi punto de vista, esta ha detonado en buena medida como una consecuencia de la limitación en el goce de los derechos humanos en la que desgraciadamente nos encontramos.

Limitación que además debilita las barreras éticas naturales que tenemos todas las personas, lo que finalmente se traduce en un incremento en las probabilidades de incurrir en una conducta antisocial, léase cometer un delito, o de caer en el consumo nocivo de drogas.

Por el otro lado, cuando el ingreso familiar es digno y por tanto permite a las familias vivir dignamente, los beneficios son enormes tanto para el y la trabajadora que recibe un ingreso digno como para quien lo paga, entre ellos: Mayor lealtad del trabajador —menor rotación—, mayor productividad y por ende mayor rentabilidad, atracción del mejor talento, identidad con la empresa y mucho más.

Por lo aquí expuesto y por mucho más que no logré expresar, te invito estimado lector a conocer “la iniciativa por un ingreso digno” (en las organizaciones arriba mencionadas podrás encontrar más información).

Post Data: La libertad de expresión es un derecho humano, por lo tanto manifiesto: NO a la Ley Censura (Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión).

Exsenador de la República. @gtamborrelmx

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